Parte 12 Hambre

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La intención de Susie originalmente era el de monopolizar la atención de sus dos amigos pero ahora por azares del destino estaba sola en una cabaña rodeado de extraños y lo peor con hambre, pero no era un hambre de antojo de alguna golosina era magia, este lugar era raro había magia, seres mágicos pero ella era diferente la que estaba en este ambiente era desagradable, viejo y rancio ella podía sentirla a su alrededor pero su cuerpo se negaba a recibirla.

No había otra opción, había que buscar a Oscar, seguramente estarían en el comedor a juzgar por la hora.

El camino de la cabaña al comedor el entorno le parecía algo caótico como si amontonas todo en un solo lugar visualmente era alegre y colorido y todo esto distrae la atención de Susie con facilidad era como estar en un circo.

— Hola pequeña te diviertes — Ramona literal sorprendió a la pequeña.

— Pequeña? — Susie miró de reojo a esta bruja --si solo eres un poco más grande que yo—

Esta se encogió y de un salto llego al hombro de la pequeña — ok niña grande que te parece si vamos al comer—

--ok — esto le pareció raro a Susie

— Y dime ya nos conocíamos? — pregunto una pequeña Ramona.

— No, creo que es la primera vez que nos vemos — Comentó Susie evitando la mirada

Ramona usó su varita y cambió sus ropas a las usadas en la ciudad.

— Ahora si me recuerdas— preguntó nuevamente Ramona quien apareció en la palma de su mano.

— ya recuerdo ustedes eran las brujas locas del parque, mugre susto me dieron — Comentó Susie arrugando la cara.

— de miedo? eso suena muy hiriente — Comentó la mini bruja

— Oye no fue tu culpa las películas las describen como seres que comen niños y poseen cuerpos y te gira la cabeza y vomitas así haaaaaaaaaaa!! — Susie habría la boca como recordaba en esa escena.

— cielos Betsy tenía razón — se quejo un poco la brujita, sacó una libreta y anotó eso — es para el próximo campamento, año con año se volverán a formar nuevos campamentos y cada vez serán mejores, bien hemos llegado — esta desapareció con un simple puff de humo—

Cuando Susie se percató miró a sus dos amigos sentados en la misma mesa con su respectiva comida ella hizo lo mismo se formó y se sirvió una ración que a su perspectiva era mejor que las sopas instantáneas que aun conservaba en casa.

— ¿Cuánto habrá costado todo esto? — Susie trataba de unir las cuentas en relación al costo del campamento por donde lo miraras le terminaban perdiendo.

— Oscar, hey Oscar — Susie saludaba alegre por reunirse con sus amigos, esta se tropezó tirando toda su comida.

Esto llamó la atención de todo mundo un par de risitas extrañas, un par de comentarios solo Erizo y Oscar se levantaron sin dudar a ayudarla, una vez se levantó el momento fue algo extraño para ella emocionalmente era extraño para ella, en corto se le nubló un poco la vista por las lágrimas era una sensación fuerte para ella, miedo.

— Todo está bien Susie — Erizo la abrazó para consolarla, Oscar se le unió en este momento de

animarla.

Ramona quien estaba cerca limpio todo con magia y llevó un nuevo plato a la niña nueva.

Con un leve movimiento hizo aparecer postres pero estos comenzaron a caminar en las mismas mesas — Vamos son muy esquivos pero deliciosos — Esto al menos distraería la atención pensó Ramona.

— Nosotros nos encargamos — Comentó Oscar

Tras calmar los ánimos los tres amigos retomaron el lo que hacían, disfrutaron de la comida pero Susie llamó la atención de ambos como un secreto les susurro — Chicos creo que tengo hambre, ya saben de cual — de inmediato ambos entendieron una clave que seria solo para ellos y por la necesidad de energía de Susie los tres partieron a su cabaña se encerraron nuevamente y procedieron como solo que esta vez algo salió mal.

— No, no, no, Haaaggg Oscar, Suéltame — Reclamo Susie

— ¿Pasa algo? — Oscar comentó preocupado.

— Tu magia sabe, no se me revuelve el estomago — Susie comenzó a entrar de pánico — Oscar que hiciste, comiste algo —

— Tranquila Susie puede que sea temporal o la isla en sí — Erizo le indico a Oscar que la sujetara y ella serviría como canalizador como antes, sin dudar abrazo a Susie quien de inmediato identificó esa agradable sensación, hasta que fue tan fuerte la nueva sensación que termino vomitando.

Erizo de inmediato salió por un poco de agua y algo para limpiar mientras Oscar trataba de consolarla su amiga quien se veía ahora más preocupada.

Susie comenzó a pensar las posibilidades, la isla, ahora era imposible recuperarse en cualquier momento va a desfallecer y puede que incluso algo peor, Susie comenzó a hiperventilar por el miedo que esta escena le generaba hasta que inevitablemente el miedo la domino esta comenzó a llorar como lo que era un menor asustado por este mundo.

Erizo y Oscar trataron de consolarla durante un momento hasta que sus palabras en corto lograron calmarla.

— Esto lo demuestra en su totalidad este no es tu hogar Susie — Exclamó Erizo

— Pero por qué ahora, no tenía que ser eso — Oscar se quejo

— ¿que? — pregunto Erizo — Explícate Oscar tenemos que salvar a Susie —

Oscar no dudó y mostró ese pequeño tatuaje con la cara de Alice.

— Qué es esto— pregunto Erizo.

— Según la bruja una maldición — Susurro Oscar

— Sabía que no eran de fiar — Erizo estaba enojada.

— Bien creo que no lo hizo de mala fe, solo que quería obligarme a resolver algo — Óscar trataba de esconder un poco su pena.

— Ok que es vamos a resolverlo— Comentó Erizo ahora más convencida.

— no puedo — Expresó Oscar — es muy vergonzoso—

— Oscar nos conocemos de toda la vida — Explicó Erizo — Conozco cada aspecto de tu vida no hay nada que no conozca —

— Lo sé pero ... — Oscar dudaba

— Vamos Oscar as lo por mi y por Susie ella está sufriendo — Erizo volteo a ver a su amiga preocupada.

Oscar miró por un rato a Susie y ella sufría, era fuerte y no se quejaba solo aguantaba.

— yo, yo.. veras .. Erizo quiero que me perdones — Oscar habló con voz muy baja.

— De que hablas si tu nunca has hecho nada malo — Erizo comentó

— No puedes recordarlo porque Susie te borro la memoria, ese día estábamos jugando Susie te transformo en chico y a mi en chica — Oscar expresaba con dificultad.

— Yo entendí lo de la maldición y... y yo lo siento Erizo no podía controlarme — Oscar no se animaba a mirar a Erizo — Yo sabia como te afectaba la maldición y yo quería seguir no detenerme te obligue a hacer cosas malas que tu no querías — su cuerpo temblaba ahora no solo por la vergüenza, si no por el miedo al rechazo total de su mejor amiga, solo malas expresiones imaginarias vienen a la mente de Oscar y este callado esperando saber qué le diría su amiga.

Erizo se acercó a su amigo y lo tomo de las manos — Oscar eres un tonto — Erizo lo decía entre lagrimas — Yo soy una tonta, Oscar mírame — Tomo las mejillas de su mejor amigo.

— Susie no me borro la memoria le pedí que mintiera para que no te preocuparas pero parece que todo salió mal — Erizo sonrió — Recuerdo todo lo que paso ese día y tu no me obligaste a nada, yo sentía culpa por presionarte, yo deje que avanzaras aun a sabiendas que no podías controlarte.

— Así que la maldición — Comento Oscar dudoso.

— La maldición no tuvo nada que ver, creo... haaa!! por que es tan complicado — Erizo se quejaba.

— Oscar tu me gustas— 

CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora