Parte 25 Enjaulando a la bestia

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En la isla, tenemos a una pareja discutiendo o más bien uno de ellos siendo regañado por el otro.

Oscar estaba sentado en la orilla de la playa mientras Erizo le seguía aplicando desinfectante a sus heridas.

— Auuu!! — se quejó Oscar.

— Nada de au, ni quejas — Erizo volvió aplicarle mas desinfectante en una de las heridas más profundas que a simple vista no eran más que solo raspaduras leves.

— es tu culpa, tu magia golpea muy fuerte — Se quejó Oscar

— Lo tomaré como un halago de el único que es capaz de aterrorizar a toda la isla — Erizo se jacto.

Los minutos pasaban lentamente y el silencio se volvía cada vez más incómodo, hasta que al fin una afligida voz rompió la tensión entre ambos.

— Oscar por que lo hiciste— Erizo se escuchaba triste — Ya estaba teniendo progresos —

— Mientes, estabas frustrada de no lograr ningún avance, cada noche te vi consultar esas semillas, ver las posibilidades, y la adivinación. Sabía a donde se dirigía esto — Oscar solo podía apretar los puños — hace meses había decidido tomar el lugar en la escuela, quería conocer mas de nosotros, de nuestras vidas.

— Ahí conocí y fui testigo de lo felices que son, pero también me di cuenta de como sufren los niños solos que han perdido a sus padres— Oscar volteo a ver a su esposa Erizo y la abrazo.

— Aun puedo recordar tu rostro, antes de que murieras esa noche, la impotencia de que sentía al ver a nuestros niños llorar tu muerte y no poder consolarlos por que estaba muriendo también— Oscar miró el rostro de su esposa quien lloraba sin cesar.

— Si alguien tenía que ensuciarse las manos era yo — Oscar empezó a subir el tono — Es mi deber por eso me he preparado todos estos años yo ... —

Solo se escuchó una cachetada que no lastimó el rostro de Oscar, Erizo se sujetó la mano por el dolor, se había fracturado al menos algún dedo.

— Y crees que yo me iba a quedar quieta mirando como matabas a mi madre — Erizo le gritó entre lágrimas.

— Que acaso no la odias por habernos quitado todo — Oscar habló con odio y rencor

— Si la odio y la quiero muerta, la quiero lejos de mi vida, de nuestros niños... pero no es la manera — Erizo se limpió la cara — Susie no nos crio para la venganza ella solo nos pidió que viviéramos nuestra vida.

— Entonces por qué no me dejaste matarla— Oscar reclamó.

— Tu no lo entenderías, no ahora — Erizo decidió retirarse del lugar tomó su escoba y tomó distancia — No dejare que tu padre se ensucie las manos — Erizo se sobaba el vientre entre lágrimas.

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De vuelta en la ciudad en casa de la joven Erizo las cosas se pusieron nuevamente extrañas, tras el "accidente" en auto ella recibió unas semanas de descanso y por algún motivo no se quería separar de Susie, ella la llevaba a todas partes, al baño, a la ducha, a las compras, a ver la tele e incluso Jim tuvo que ceder su lugar en la cama algunos días pues Susie dormía en ella.

Podríamos comparar a la pequeña Susie como un llavero personal, claro los demás miembros de la familia no decían nada, ni se interponían pues temían que fuera producto de algún susto o trauma relacionado con el accidente, aquí la única inconforme era Susie quien en sus momentos más desesperados elaboraba carteles pidiendo ayuda, claro nadie podía hacer nada por la pequeña de pelo rosa.

— Estoy cansada, tienen que ayudarme — Rogó llorosamente Susie a sus amigos

— es tu culpa Susie, tenias que darte a conocer — Erizo estaba casi riéndose de su desgracia — Debiste seguir el plan de Oscar.

— Y disfrazarme de Sailor Moon? — Se quejó Susie — Ya les dije ese monstruo me noqueo con algo desde que llegamos a no se que lugar, si no fuera por ese sabor nauseabundo que tu mama tenia impregnado ni siquiera me habría levantado —

— ¿En serio era tan fuerte Susie? — Oscar exclamó con miedo —

— esa cosa era un monstruo, no solo reflejaba la magia, no le afectan los hechizos ni las maldiciones y por mas cosas que le aventara no le pasaba nada — Susie se tocó la mejilla — De una cachetada me dejó fuera, creo que hasta me aflojo un diente—

Susie se quedó pensativa — El primer golpe que le di fue en su espalda pero este se curó al instante como si nunca le hubiera pasado nada —

— Apuesto que estaba usando pociones y maldiciones y unas muy fuertes — Comentó Erizo.

— ¿Se puede hacer eso? — Oscar cuestionó

— Claro no recuerdas que la maldición apesto tu magia y la maldición cambio el físico de Erizo — Susie recalco.

— Entonces como salieron de ahí? — Comentó Erizo.

— No se, tu mamá tampoco sabe, Solo despertamos en el hospital y ella desde entonces no quiere hablar al respecto— Explicó Susie.

— ¿Ni de la magia? — Cuestiono Oscar.

— no y ya me está preocupando, bueno me prometió no decirle a nadie, ya sabes sería complicado — Recalcó Susie.

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De vuelta a la Isla Oscar paseaba por donde en sus días se llevó a cabo el campamento de verano, él estaba disfrazado como su encargado ahora es su jaula, toda la isla es su jaula al menos hasta que Erizo decida liberarlo, pero para ser honestos Oscar se dio cuenta lo fácil que era romper las limitaciones de la maldición que lo tenía cautivo, pero no tenía la intención de hacer que su esposa se enojara aun mas con el.

En el camino se encontró con Alice quien estaba llevando su comida — No te preocupes vengo sola —

— Así que siguen molestas conmigo — Comentó Oscar mientras sacaba un sandwich y comenzaba a devorarlo.

— Están asustados, solo dales un poco de tiempo y lo comprenderán — Comento Alice

— Sigo sin comprender cómo se enteraron, el lugar fue aislado solo tu y yo sabíamos de esta operación — Comento Oscar.

— Oscar, yo ammm — Comentó apenada mientras se recargaba en el.

— no tengas pendiente nadie más sabe que me ayudaste, y nadie lo sabrá — Oscar suspiro — y creo que no te debí arrastrar a esto —

— Eso no importa, valió la pena— Alice estaba sonriente — Yo me retiro a casa, tengo que cuidarme.

Alice invoco su escoba y antes de regresar a casa abrazo y beso en la mejilla a Oscar —Ya no te metas en problemas grandote —

Oscar se quedó solo terminando sus alimentos y se quedó pensando quien era esa joven bruja que estaba ayudando a esa mujer, era muy poderosa para ser tan joven — Lo más seguro es que estuviera usando algún tipo de ilusión — Pensó Oscar — Puede que Erizo la mandara para cuidar a su presa —

— El campamento atrajo a muchos y potenciales efectivos adeptos a la magia — Oscar pensó.

— Definitivamente tengo que escapar de este lugar — Oscar reflexiono — Solo es cuestión de evitar a Erizo unas semanas — 

CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora