Ꮺ ָ࣪ capítulo O8 𓂃

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𖥻 las palabras en negritas son recuerdos ˑ 𖦹

A decir verdad, su pequeña familia se había tomado de una buena manera la noticia –o más bien, bomba– que les dio el martes por la noche cuando llegaron a su hogar.

Su padre correteó a Hyunjin por casi toda la estancia para cortarle las bolas, según él. Por otro lado, su omma reaccionó lleno de felicidad, besó su frente y lo abrazó con fuerza, llevaban meses sin verse por el trabajo de este, el hombre se dedicaba a los negocios en el exterior, era sorprendente que un omega tan joven lo hubiese logrado, su omma apenas cumplió los 38 años, siempre fue un claro ejemplo a seguir, todo el impero Na-Yang lo había construido él, poco después de casarse con su padre fue que decidieron fusionar ambas empresas.

Sin embargo, para bien o para mal no todo es risa, besos y amor, apenas había pasado una semana desde que Hyunjin lo marcó, toda esa semana se la había pasado pegado como garrapata al alfa, buscando su merecida atención, sacaba a relucir a su omega mimoso y coqueto, era amante de los juegos.

Pero alto ahí, no podemos pasar por alto qué sucedió cuando la pareja mayor llegó.

Finalmente, el celo llegó a su fin, Hyunjin pudo tomar un respiro y el cuerpo del peliblanco también, con las caderas repletas de las marcas que las manos del alfa impregnaron, los muslos y el cuello llenos de chupones feroces junto a una marca renovada el lunes por la tarde; cada que los colmillos de Hyunjin se incrustaban en su piel, el omega se removía con violencia debajo suyo, abrumado por el placer que lo recorría.

Jaemin abrió la puerta siendo seguido por su marido, una oleada de fuertes olores azotaron sus sensibles narices, optó por taparse la nariz mientras inspeccionaba alrededor.

No tuvo que caminar mucho para encontrar a los causantes de tales olores, no tan agradables; el sofá más grande estaba desplegado –ya que era un sofá-cama–, repleto de almohadas y mantas calientes para el clima, su hijo dormía plácidamente entre los brazos de un individuo desconocido, un alfa.

Si él no pegó un grito al cielo, sin duda alguna Jeno lo hizo.

–¡Yang Jeongin! – El omega rio al ver que su esposo rodeaba el gran sofá hasta llegar al lado de la pareja acurrucada, admiró a su hijo abrir lentamente los ojos por lo que sonrió apenas él lo enfocó.

–¡Ma! ¡Estás en casa! – Se levantó como un resorte del refugio de mantas en el que estaba enredado, extendió los brazos en su dirección pues un tercero le impedía moverse. –Jinnie. – Zarandeó al alfa. –¡Hyunjin!

–¿Qué pasa, amor?

–¿No te importa que mi omma te vea sin camisa? Es decir, a mí no me molesta.

–¿Tu qué? – Avergonzado tanteó el suelo para toparse con que Jeongin vestía su camisa. Rascando su nuca se enderezó con la espalda recta para ponerse de pie aún avergonzado. –Mucho gusto conocerlo, señor Yang, mi nombre es Hyunjin. – Carraspeó con las mejillas sonrojadas. –Me hubiese gustado recibirlo de una mejor manera, pero ya ve...

–¡Tú! ¡Te voy a ahorcar!

–¡Juro que Jeongin me persuadió!

–¡Y cedes ante un omega en celo!

Hyunjin alzó una ceja indignado. –¿Usted nunca lo hizo?

Aquello fue el detonante, el alfa mayor comenzó a perseguirlo por unos veinte minutos hasta que se dio por vencido, bañado en sudor gruñó algo de que su condición ya no era la de antes.

Su pareja había recibido un juego de llaves, entraba y salía cuando quisiera puesto que su estadía se extendió ante la emergencia climática que estaba atravesando el país.

!  ׅ࣪  before meeting you ׅ ࣪ hyunin ✶ omegaverse ~  ࣪ ׅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora