Cap.2- El Nuevo Hogar

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Un viaje por carretera pueden ser muy divertidos, algunos muy estresantes o molestos, otros pueden ser muy aburridos, y todo eso lo estaban experimentando nuestra singular pareja y su pequeño hijo, Tn intentaba distraer al pequeño para mantener divertido el viaje, en ciertas ocasiones eso molestaba a Damian ya que lo distraían en conducir, al momento cuando se acabaron los juegos y didácticas que se podían hacer en el auto, se quedaron en silencio dando paso al aburrimiento.

  -¿Ya melito Llegamos?- Dijo Kiseki aburrido, desde su asiento especial en la parte de atrás del auto.

  -Kiseki por centésima novena vez aun no- Dijo Damian algo molesto.

  -Cariño deja de preguntarle eso a tu padre por favor, necesita concentrarse para conducir- Dijo Tn calmadamente.

  -Pego es lo que hacen en las películas, además estoy abulido- Dijo Kiseki fastidiado.

  -Pues entonces juega con algo mi cielo, en tu mochila esta tus juguetes- Dijo Tn mirándolo con una sonrisa.

  -No mami ya soy gande paga los juguetes- Dijo Kiseki cruzándose de brazos.

Eso le causo algo de gracia a la chica, la cual no pudo esconder su risa al recordar los momentos en los que Damian decía que era muy maduro para hacer cosas de su edad. La risa de su querida novia lo distrajo un poco, arqueo la ceja y la miro de reojo.

  -¿Qué te causa tanta gracia?- Dijo Damian serio pero calmado.

  -Sí mami ¿Por qué te líes?- Dijo Kiseki curioso.

  -Jajaja de nada Cariño- Dice Tn y respira profundo para calmarse- Es solo que te pareces mucho a tu padre, cuando salíamos no hacia muchas cosas de su edad porque pensaba que era muy maduro para eso- Dice y lo mira con una sonrisa-Pero si dices que ya eres grande para tus juguetes entonces se los podemos regalar a alguien cuando lleguemos- Dijo calmadamente.

Al decir eso, los ojos de Kiseki se abrieron sorpresivamente, no quería que eso pasara, así que agarro su mochila, la cual estaba a su lado, y la abrazo como en querer protegerla, frunció levemente el ceño.

  -No mami son míos- Dijo Kiseki un poco molesto.

  -Sé que son tuyos, pero si dices que ya eres grande para tenerlos no hay razón para conservarlos- Dijo Tn con una sonrisa.

  -No mami, juguetes míos, yo aun chiquito, yo quiero mis juguetes- Dijo con los ojos cristalinos y haciendo un tierno puchero.

  -Está bien mi amor, si aun quieres ser el pequeño príncipe de mami que se porta bien, te dejare conservar todos tus juguetes ¿Está bien?- Dijo dándole una sonrisa tierna.

  -Si mami yo selé pequeño píncipe y me polto muy bien- Dijo igual con una sonrisa tierna.

Después de eso Tn vuelve a ver al frente y por el retrovisor se podía ver como Kiseki sacaba los juguetes de la mochila y empieza a jugar con ellos, quedando tranquilo el resto del viaje.

  -Buena forma de manejarlo- Dijo Damian mirándola con una sonrisa.

  -Como dije él se parece mucho a ti- Dijo Tn riendo un poco y dándole un beso en la mejilla.

Eso dejo un poco confundido al de ojos verdes, pero no dijo nada al respecto.

Pasaron unas horas más y al fin llegaron, llegaron a la ciudad de Sprinfil (no se me ocurrió otra) por las ventanas vieron lo colorido de la ciudad, no era muy grande pero se podía ver los edificios, las tiendas, los negocios, algunos departamentos y casas. Después de unos cuantos minutos más llegaron a lo que sería su nuevo hogar.

El Hijo del Demonio 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora