Cap. 4- Convivir, Conocer y Aguantar

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Solo han pasado cuatro días desde que nuestra querida e inusual familia se había mudado a su nueva casa, se han estado acostumbrando a ello cómodamente, Tn acostumbrándose a mantener orden en la casa como le había enseñado su gran maestro Alfred, Damian se acostumbraba a su n nuevo entorno junto con sus mascotas, ahora Titus y Alfred podían estar dentro de la casa sin ningún problema, Bati-Vaca, Niebla y Margarita ya podían estar por el patio sin inquietarse, y Kiseki trataba de acostumbrarse a la nueva casa, seguía aventurado cada rincón de ella y también intentaba acostumbrarse a su nueva habitación, lo cual le era un poco difícil.

Hoy en día el pequeño alvino estaba en el patio jugando con Titus, mientras su padre estaba con los caballos, echándole un ojo debes en cuando para estar más seguro de su bien estar, Mientras que Tn estaba en la biblioteca leyendo un libro, mirando debes en cuando la ventada que daba al patio, con una sonrisa en sus labios al ver la felicidad de su hijo, en eso se escucha el timbre de la casa y ella va a abrir para ver quién era y resulta que era la Señora Mariel.

  -Ho Hola Señora Mariel ¿Cómo esta?-  Dijo Tn amablemente.

  -Hola querida, estoy bien, gracias por pregunta y ya sabes que puedes decirme abuela con confianza- Dijo Mariel de la misma manera.

  -Está bien…Abuela Mari, ¿gusta pasar?- Dijo con una sonrisa.

  -Ho no, no quisiera serle alguna molestia, solo vine a decirle que hoy es día de recolección de basura, el señor del camión, Juan, tuvo un accidente hace poco y no puede hacer mucho trabajo pesado, por lo que la comunidad llevara las bolsas al camión para así ayudarlo, solo para que sepa- Dijo amablemente.

  -Pues mucha gracias por decirme Abuela Mari, con gusto ayudaremos también- Dijo con una sonrisa.

  -Que bueno, recuerda querida que deben separar lo reciclable de la basura, tiene unos contenedores al lado del camión para así pueda llevárselo de una vez- Dijo con una sonrisa alegre.

  -Ok, entonces lo haremos así, gracias por decirme- Dijo amablemente.

  -Muy bien, el camión llegara el 15 minutos, así que nos veremos luego querida- Dijo con una sonrisa para luego irse.

  -Nos vemos, que tenga buen día- Dijo con una alegre sonrisa.

Luego de eso, Tn cierra la puerta y va a recoger la basura de toda la casa y también haciendo lo dicho, separar lo reciclable de la basura para así ayudar, se sentía bien hacerlo, ayudar en algo en su nueva comunidad y así convivir más con sus nuevos vecinos, o al menos eso pensaba ella.

-¿Tn qué haces?- Dijo Damian tras de ella.

  -¡HAY Damian!- Dice Tn casi gritando-¡Rayos Me Asustaste!- Dijo un poco molesta.

  -Lo siento- Dice y se acerca para darle un beso en la mejilla- Ahora dime qué Haces- Dijo curioso.

  -Estoy separando lo reciclable de la basura, la Abuela Mari vino a avisarnos que hoy hay recolección, pero el señor del camión no puede hacer mucho trabajo ya que sufrió un accidente, así que todos tenemos que llevar las cosas al camión para ayudar, ¿no te parece genial que nuestra comunidad sea tan amable?- Dijo con una sonrisa.

  -Mmmm…tal vez- Dijo un poco desconfiado.

  -Vamos Dami, ahora estamos en una nueva ciudad, en una nueva comunidad y una nueva casa, no puedes solo disfrutar un poco y dejar la desconfianza y la paranoilla- Dijo con una voz dulce.

  -Quizás, y no soy paranoico, ese es Draked- Dice y mira la cara seria de Tn- Bien, pero no me pidas hacer algo que no puedo hacer, sabes bien que aunque haya elegido tener una vida normal mi entrenamiento no se va tan fácilmente- Dijo serio pero calmado.

El Hijo del Demonio 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora