Cap. 10- Día de Trabajo

327 27 6
                                    

El sol sale y Damian por costumbre es el primero en despertar, se queda unos minutos mirando a su amada dormir, hasta que suena la alarma y despierta, ambos dando los buenos días con un beso, en eso ella va a comenzar con su rutina, mientras Damian se arregla y se prepara para luego hacer lo mismo con su hijo, después van a desayunar tranquilamente, para después llevar a su pequeño a la escuela y luego ir al trabajo.

Así es, Damian al fin pudo conseguir un trabajo de su agrado, que es ser guardia del zoológico dela ciudad, tenia todo, podía cuidar y alimentar a los animales, también es su deber mantenerlos en forma, limpios y saludables, es asistente en la veterinaria y la mayoría de sus deberes requieren de esfuerzo físico por lo tanto no descuida de su entrenamiento, y sobre todo le daban buen do, aun no se lo había dicho a Tn ya que quería sorprenderla cuando le paguen.

Claro que no todo puedo estar vestido de rosas, había ciertas molestias en el trabajo, y con ciertas molestias me refiero a dos jóvenes llamados Eliaz y Alberto, los cuales llevaban más tiempo en ese lugar, por lo tanto creen que tienen algún tipo de poder sobre Damian, lo cual le molesta pero prefiere ignorarlo ya que le parecía ciertamente ridículo e infantil.

Damian llega a su trabajo, estaciona su auto y entra para marcar su tarjeta, él único que llegaban a la hora exacta en la que comenzaba su horario de trabajo, era una de las razones por las que le caía bien a su jefe.

-Hola Damian tan puntúan como siempre ¿Que le párese una taza de café?- Dijo Emilio el Jefe y dueño del zoológico.

-Gracias Sr. Benzon, pero estoy bien- Dijo Damian amablemente.

-Ho vamos, no es bueno negar algo de tu jefe- Dijo en tono de broma.

-Tal vez en otra ocación, si me disculpa me retiro- Dijo amable y se va.

Luego de eso el Jefe le da a Damian unas llaves para que use uno de los carritos que usaban algunos de los empleados del zoológico, para así llegar rápido al área de mantenimiento en donde en un casillero estaba su uniforme, se lo pone con calma y se arregla un poco para comenzar su trabajo. El cual era simple, primero tenia que alimentar a los animales, primero los hervivoros, los cuales son muchos, por lo tanto consiste de muchas idas y vueltas del almacén donde almacenan toda la comida de los animales, y sobretodo fuerza física, cosa que le agrada un poco.

-Muy bien ya esta- Dice Damian poniendo el alimento para los hipopótamos en el área de alimentación- Bien amigos coman a gusto- Dijo con una leve sonrisa.

Los hipopótamos van donde él calladamente, para una persona normal le daría miedo, aunque estuvieran calmado los hipopótamos igual son peligrosos, pero todos sabemos que Damian no tiene ningún temor, es más aprovecha para acariciarlos un poco.

-Veo que te encariñas rápidamente- Dice una voz femenina.

Damian voltea y ve a una chica castañas de ojos miel con su mismo uniforme, su nombre es Camila y es compañera de nuestro protagonista, la cual lo veía de la zona segura de los visitantes.

-Hola Garcia, buen día- Dijo Damian serio pero clamado.

-Vamos ¿Por cuanto tiempo me llamaras así? ya te dije que solo me llamaras Camila o Cami- Dice con una sonrisa- Y bien día a ti también- Dijo y guiña el ojo.

Nuestro chico de ojos verde solo hasquea la lengua y sigue con sus deberes, al volver otra vez al almacén ve a las dos molestias anteriormente mencionadas, las cuales estaban haciendo un gran desastre, como siempre, pero al parecer ellos llegaron al trabajo con ciertas intenciones.

-Ho holaaa Damiwilbi, ¿Como estas?- Dijo Eliaz con una voz burlona.

rueda los ojos a tal acto infantil así que lo ignora, va hacia unos sacos de eno hojas para cargarlos al carrito y seguir con su trabajo, pero en el Alberto hace que se le caiga un saco.

El Hijo del Demonio 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora