3. TREI

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En un abrir y cerrar de ojos ya había pasado un mes desde que vi aquella sombra en el pasillo del edificio.

No le conté a nadie, obviamente, no quería parecer una completa loca y que todos me dijeran que la falta de sueño era el problema.

En el fondo yo sabía que no había sido una ilusión. Quería creer que si, pero todo se sintió tan real que no podía ignorar el hecho de que había algo acechandome.

Intenté no hablar con Cam, pero él me la ponía difícil. Nos encontrábamos en el pasillo, en la universidad, incluso en el supermercado y cuando debía ir a lavar mi ropa.

¿Qué por qué trataba de evadirlo? Pues, tiene novia. Era lo que más me bajaba los ánimos.

La verdad, no me sorprendía que la tuviera. Vamos, estamos hablando de Cam. Rubio, de ojos claros y sonrisa bonita. Él era la perfección hecha carne.

-¿Qué te pasó? Parece como si diez camiones de basura te hubiesen pasado por encima -dijo Mel, a la vez que le daba una mordida a su emparedado.

Estábamos en nuestro almuerzo, era viernes y no podía dejar de pensar en Cam.

-Nada, no he dormido bien.

Alzó sus cejas, -¿Es por aquel rubio guapo que tienes por vecino?

-Puede que si... -contesté haciendo que ella pegara un grito.

-Ava, deberías invitarlo a salir.

-Que tiene novia, Mel -refute yo.

Ella rodó los ojos, -Ni siquiera sabes si es su novia. Deja de hacerte suposiciones. Puede que estés equivocada.

Quería pensar que tal vez si me equivocaba, pero no podía estar segura y preguntarle, directamente, a mi bello vecino no era una opción. No si después me respondía algo que en el fondo ya sabía.

-Es tan hermosa, Mel. Debiste verla. Tiene pelo rojo y parece modelo de Vogue.

Mel bufo, -Si ella es hermosa, tú lo eres más, Ava. Ahora, vas a ir a donde tus padres y cuando regreses, hablaras con Cam y aclararas todo de una buena vez.

Trague saliva, no queriendo acercarme a él. Lo mejor era evitarlo, más que nada porque cada vez que estaba cerca mío, yo me ponía como una completa tonta.

El día acabo y yo regresé a mi piso, preguntándome si era necesario hablarle a Cam sobre Reyna.

Tomé mis llaves con fuerza, subiendo el ascensor y queriendo descansar un poco antes de ir a la cena con mis padres. Mamá había estado toda la semana llamando como loca, no dejaba de preguntar si podía llevar refrescos y que si debía ponerse su vestido negro o el rojo. Por supuesto, yo la calmaba, le respondía mil veces que si llevaría el refresco y que el rojo se vería excelente.

Llegue al piso seis y vi como el pasillo vacío se extendía. El sol comenzaba a ocultarse y las luces del lugar se encendieron cuando moví mis pies. Rogué que Cam no estuviese en su casa y que no saliese, ni me hablara ni nada.

Un viento frío me heló los huesos. Miré detrás de mi, viendo que no había nadie y que la ventana al final del pasillo se encontraba cerrada. Confundida seguí caminando, hasta que llegué a mi puerta. Saqué las llaves y las metí en la cerradura, la cual giró y me dejó ver mi piso.

-¿Ava?

Maldije mentalmente, sosteniendo con fuerza mi bolso, y me giré hacia la puerta F6.

Al principio creí que era Cam, pero la voz sonó muy femenina. Sentí mis piernas temblar cuando vi una caballera roja que se me hacía muy conocida.

Astros (Celestial 2.5#) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora