5. CINCI

30 5 0
                                    

La noche antes de Año Nuevo, estando en mi cama, intentando dormir, fue cuando unos dedos se cerraron sobre mi muñeca y grité con mi garganta quemandome.

Me levanté, asustada, creyendo que había alguien dentro de mí piso, pero no. Solo estaba yo. Sola, con el corazón en la garganta y sudando hasta los dedos.

El reloj ponía las tres de la mañana y escuchaba la lluvia chocar con la ventana.

-No es nada. Fue un sueño. Solo fue un sueño.

Un sonido en la sala me hizo saltar en mi cama y trague saliva.

-No es nada. Es solo...

Un gemido horrible resonó por todo mi piso y tape mi cuerpo con la sabana. Unos pasos se hicieron presentes y apreté mi boca con fuerza para poder no gritar.
Los pasos se fueron al baño e intente mirar que era lo que sucedía, para solo ver otra vez la sombra y soltar un alarido que pudo despertar a todo el edificio.

Corrí, con mis pies golpeando la madera y sintiendo la sombra seguirme. Abrí la puerta de un tirón y salí al pasillo, viendo que miles de personas, con heridas graves, ropa destrozada, mirarme con cierta urgencia.

-Corre, niña. Debes correr -susurro una señora.

Grité, mirando la puerta frente a mi. Me dolían las manos de tanto aporrear la puerta, la cual se abrió de un tirón y un par de brazos me atrajeron.

Solloze, asustada, temblando en unos brazos que me rodearon sin dudarlo. Sentí un olor a chocolate, junto con otro algo que no podía descifrar.

-¿Ava?

La voz de Cam me hizo mirarlo, aún pegada a su pecho y de rodillas en el suelo, temiendo que aquella sombra y todos esos muertos me hicieran algo.

-Yo...la sombra. Ellos...

Cam limpió mis lágrimas, -Sh, sh, calma. Respira hondo.

Hice lo que me dijo e inhale aire como desquiciada, tratando de calmar mi respiración agitada y contarle lo que pasó.

-La sombra, en mi casa. Muertos en el pasillo. Tengo miedo, Cam -admití con sus ojos pegados en mí.

-Tranquila, todo estará bien -susurro contra mi frente.

Me acurrucó en su pecho y pude escuchar los latidos de su corazón. Lentos, calmantes y bajos. Sus labios en mi sien me hicieron suspirar, sintiendo una tranquilidad inmensa y no queriendo alejarme del rubio.

Me cargó, sin nada de esfuerzo, y me colocó en el sofá. Cogio una manta, la envolvió en mi cuerpo y tomó mis manos.

-¿Quieres chocolate caliente? -preguntó amablemente.

-Por favor.

Se fue a la cocina y traté de no temblar más, mientras apreciaba las pinturas de Azafeth. Escuché como Cam me hacía el chocolate y como volvía, para tomar asiento junto a mí. Puso la taza entre mis manos y acarició mi mentón, haciéndome temblar ante tal gesto.

No me preguntó nada, solo se quedó junto a mí a medida le daba sorbos al líquido. Después, dejé la taza en la mesa y acomodé mi cabeza en el cómodo sofá. Él me dio una mirada, preguntándome que podía acercarse, a lo cual asentí y deje que me abrazara otra vez.

-Debes creerme, Cam. Vi personas muertas... Debes creerme -murmure con desesperación.

Él junto sus cejas, -Si te creo, Ava. Te creo completamente.

Le creí porque sonó muy sincero, pero en el fondo quería saber que sucedía. ¿Sabría él sobre lo que me acechaba? ¿Si me creía entonces porque sentía que me ocultaba algo?

Astros (Celestial 2.5#) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora