Una mano en mi cuello fue lo que hizo que gritara, abriendo así los ojos y viendo, justo sobre mí, una horrible cara putrefacta la cuál me miraba entre asustada y llena de socorro.
Grite lanzado puñetazos al aire, sintiéndome atrapada en todos los sentidos y queriendo que me soltase.
Finalmente lo hizo y fijo sus ojos en mí.
-¿Qué quieres? -pregunté.
No me respondió y me sentí tonta al preguntarle a un fantasma que quería. Alzó su mano y señaló algo en el piso, dirigí mi mirada al suelo y no vi nada.
No supe que interpretar.
La sombra se movió, inquieta, y desapareció sin quitar su mirada. Antes de que pudiera hablar de nuevo, queriendo alguna respuesta, un tirón hizo que un grito se atascara en mi garganta.
Y ya no estaba en mi habitación.
Miles de personas, como en una especie de trance, caminaban entre las ramas, rocas y suciedad. Todo el lugar estaba oscuro y cuando subí mi cabeza, para poder intentar buscar la luz, solo me encontré con algo que me sorprendió más.
Había dos lunas, y ningún sol.
¿Dónde estoy?
Instintivamente le agarre la mano a una mujer que pasaba cerca de mí, notando lo fría que estaba su piel y que su mirada iba más allá de mis ojos.
-¿Qué es este lugar? -le pregunté, pero no obtuve respuesta.
Soltó mi agarre y siguió caminando, chocando con otra persona, quién clavó su mirada en mí.
-¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí?
El miedo incrementó cuando escuché aleteos. Alcé la mirada, contemplando con terror, como un ser horrible revoloteaba, intentando molestar a las personas que caminaban sin rumbo.
Su atención cayó en mí, y pude notar que tenía los ojos completamente negros, alas de gargola, junto con unos brazos largos, delgados, pero tétricos. Su piel era de color grisácea y dos cuernos sobresalían de su frente.
-Comida -murmuró aterrizando justo a mis pies.
Asustada, di un salto hacia atrás. Él olisqueo el aire, casi sintiendo mi olor a rosas, mientras intentaba cortarme con sus enormes zarpas.
-Hum, humana. Comida. Si, si.
Hablaba de una forma extraña. Entendía algunas palabras y otras no.
Di otro paso atrás, con sudor bajando por mi nuca, queriendo buscar una manera de salir. No despegue mis ojos de él. Sentía que si lo hacía me atacaria.
Un rama quebrandose, gracias a un hombre, hizo que él alzara su cabeza, alerta, buscando. Sonrió mostrando sus negros dientes, puntiagudos, y se abalanzó hasta donde me encontraba.
-¡Ah! -chille corriendo despavorida.
Nadie me ayudó, ni siquiera voltearon a ver que me perseguía. No entendía que pasaba, pero sabía que debía escapar de ese ser si quería vivir.
Sortee rocas, más ramas, incluso creí ver un río, sin embargo no lograba perderlo de vista. Más que nada, suponía, era porque me observaba desde el aire.
Giré, sin verlo por ninguna parte, suspirando de alivio. Cuando iba a detenerme, un dolor atroz cruzó desde mi codo hasta muñeca. Un hilo de sangre bajó por mis dedos, salpicando en el suelo, y ahí fue que note las garras manchadas del líquido rojo.
-Comida -espetó lamiendo sus garras, saboreando mi sangre en su boca.
La bilis subió por mi esófago y me agarre el codo, sintiendo el ardor de la cortada, viendo que estaba a punto de lanzarse para devorarme.
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Astros (Celestial 2.5#) ✔
Short Story֍ Spin-off 2.5 de Saga Celestial ֍ "Ava es torpe, poco habladora, una chica joven universitaria quien apenas comenzaba a aprender lo que era ser independiente. Cam, un chico del cuál no sabía mucho; vivía cruzando su puerta, escuchaba todo lo que o...