Capitulo 6 Alfa y Beta.

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Jeon Jung kook estaba parado delante de la pequeña columna de piedra, en la que se podía leer "Adorado Beta", la fecha de su nacimiento y de su muerte.

Era muy triste que una persona tan bella por dentro y por fuera como Ji Min, hubiera muerto a tan temprana edad en el parto de su pequeña hija Mina. Fue tortura doble que la bebé muriera a las pocas horas de haber nacido. Ahora los dos ángeles reposaban juntos.

Una ligera brisa movió las ramas de los cerezos, haciendo que se formaran pequeños remolinos que acariciaron la cara del joven viudo. Los vientos del norte se tornaron más fuertes y elevaron las hojas en una danza triste, que hizo recodar a Jun Kook el día que vio por primera vez al delicado Beta.

Lagrimas corrían por el rostro del Alfa. Una mitad de su corazón murió con el divorcio con Ho Seok y la mitad que le quedaba se la quitó la muerte al llevarse a Ji Min y a su pequeña Mina. 

Solo le quedaba la rabia por saber que le ocultaron a su bebé con Hobi. 

 

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La idea de morir pasó de nuevo por su mente. Estaba solo, pero no sería un cobarde y lucharía por el amor de su Omega y de su pequeño cachorro. Lucharía por recuperar el amor de Jung Ho Seok.

«​Ji Min eres un ángel que escapó del cielo para amarme. Gracias por ese tiempo a mi lado, me diste el honor de ser tu Alfa. Mi corazón está quebrado sin ti. Cada mañana te recordaré con amor y daré una plegaria por ti y por mi hija. Te prometo que no me dejaré vencer y luchare por el amor de Hobi, seré el padre amoroso que la vida no me permitió ser para nuestra hija. Estarás muy orgulloso de mí. Gracias por dejarme amarte»

El Alfa miro al cielo desde donde estaba seguro que su pequeño ángel lo cuidaba. Mandó dos besos, uno para cada uno de sus hermosos ángeles que habían regresado al cielo donde pertenecían, pero que vivirían por siempre en su corazón.

Jeon Jung Kook, el aclamado piloto, se limpió las lágrimas y comenzó a correr decidido entre los pasillos de las tumbas, gritando al cielo.

─¡Ji Min Shi te amo y siempre te amare!

No puedo odiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora