Capitulo 7

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Y El hombre procedió a explicar el plan.

—Lo primero que haremos será esperar a que anochezca más, después nos dirigiremos a una parte del muro donde nos estarán esperando dos guardias, ellos nos dejarán pasará sin ser vistos, una vez adentro estaremos por nuestra cuenta, por lo que debemos ser rápidos y sigilosos, en caso de que nos vean tú usarás tu magia para despistar a los guardias.

Dijo eso y señaló a William, a lo que él solo asintió.

—Tú el niño, vas a llevar esta caja, es la más importante, por eso debes cuidarla bien y sin importar que pase corre con ella, debes llevarla a esta dirección.

Me dió la caja más pequeña y junto a ella venía una nota, la leí pero no reconocí el lugar, bueno eso se pude solucionar preguntando, tenía curiosidad de saber que traía la caja pero a la vez me contuve de observar ya que no queria causar inconvenientes.

—Y yo llevaré la caja más grande.
La caja estaba sujetada por 2 cuerdas, tomó las cuerdas y las enredó alrededor de sus hombros para poder llevarla en la espalda.

—¿Entendieron el plan?

William y yo asentimos, después de eso solo esperamos a que fuera la oscuridad cubriera por completo el cielo y empezamos a seguir al señor que era el único que sabía la a donde nos dirigíamos. Al llegar estaban dos guardias sin insignia, lo que significaba que eran de la categoría cadete, no sé mucho sobre el ejército pero si sé que mientras más estrellas tenga una persona en su uniforme mayor es su rango, lo he visto con Marcus que tiene 5 estrellas.

—¿Están listos?
Los soldados hablaron, el hombre que venía con nosotros solo asintió.

—Después de cruzar el muro estarán solos, solo espero que de verdad cumplan su promesa

—Tranquilo, la promesa que hicimos sigue intacta–
Después de intercambiar palabras los 2 guardias extendieron sus brazos apuntando hacia el piso y de un momento a otro un agujero con forma de rampa se abrió.

—Al llegar a la salida alguien los estará esperando

—Entendido, gracias

Comenzamos a bajar por la rampa, el camino era algo estrecho, en las paredes tenía antorchas que apenas iluminaban el pasillo, creo que con esfuerzo la carreta apenas hubiera entrado, tuvimos que dejar el caballo afuera por la altura, los guardias dijeron que se harían cargo.

—William, ¿Cómo es que existen estos túneles?
Le susurré a William una pregunta sobre los túneles para saciar mi curiosidad.

—Lo que me dijo Romero cuando aún trabajaba con ellos, es que dentro del Reino hay algunos nobles que cooperan con nosotros, ellos son los que nos dicen a que lugar del muro debemos ir, ya que ese será el lugar donde estarán los guardias que trabajan para ellos, en cuanto a estos túneles, fueron hechos por los mismos nobles para facilitar  la entrega de los objetos.

—¿Estas seguro de que deberías contarme todo esto?

—Si, no sé porque pero me inspiras confianza, además lo más seguro es que no te vuelva a ver después de que llegues con tus padres, y se que estarás muy agradecido que te será imposible delatarnos.
Dijo eso mientras me miraba con una cara seria, en estos 2 días que estuve con William es la primera vez que me mira sin sonreír. No quiero imaginar que diría si supiera que le esta contando todo esto al hijo del rey, aun así no tengo intenciones de contarle sobre esto a nadie, ni siquiera a mi madre, pero por si las dudas se lo diré a William.

—Tranquilo William puedes confiar en que no le diré sobre estos túneles a nadie.
Le sonreí mientras decía eso.

—Esta bien.

Ni siquiera nos dimos cuenta pero frente a nosotros ya estaban un guardia sin insignia, igual que los de la entrada.
El guardia nos miro a los 3.

—¿Solo son ustedes 3?

—Si, nosotros 3 y dos cajas

El guardia hizo gestos con la mano y una rampa igual a la de la entrada se formó enfrente de nosotros.

—A partir de acá estarán solos, espero que sin importar que pase cumplan su promesa

—Tranquilo, no pasará nada y hablaré con tu jefe.

Comenzamos a subir la rampa y salimos en un callejón a oscuras dónde ni siquiera la luz de la luna llegaba.

—¿Dónde estamos?

—El muro tiene un gran nivel de vigilancia y los lugares que están más cercanos a el muro también, lamentablemente los túneles solo se construyeron para pasar el muro por lo que debemos tener cuidado de no ser descubiertos, si logramos llegar a nuestra pequeña guarida dentro de esta ciudad estaremos a salvo.

Quien respondió fue el hombre que venía con nosotros. Seguimos caminando, había una gran cantidad de guardias por todas partes, por lo que debíamos tener cuidado, yo me dedicaba a seguir a William mientras trataba de no mover mucho la caja que llevaba conmigo por miedo a lo que podría ser.

Después de avanzar unas cuantas calles nos detuvimos un momento para descansar, el hombre que llevaba la caja más grande la bajo y empezó a mover los hombros, se veía cansado.

—¿Cuánto falta para llegar al refugio?— Pregunté.

—Unas cuantas calles y estaremos en el escondite después de eso podremos descansar, continuemos.

Cuando nos disponíamos a seguir avanzando todos nos detuvimos en seguida, el motivo de esto fue el cambio que sentimos en la atmósfera, incluso yo que aún no tenía una gran conexión con el maná pude sentir la presión que empezaba a rodearnos.

—Me temo que ya no podrán avanzar más.

Alguien nos había descubierto, no pude voltear por la gran presión que sentía mi cuerpo, pero su voz era suave, serena y segura, no estaba seguro si era la voz de un hombre o una mujer.

—Ustedes pueden decidir si entregarse pacíficamente o pondrán resistencia en vano.

A pesar de la presión sobre su cuerpo el hombre se las arregló para hablar.
—William, ya sabes que hacer—

Acto seguido pude ver como la mano de William se empezó a iluminar con una luz blanca.

—Niño, te recomiendo que cierres los ojos—

William alzó su brazo de golpe, y yo inmediatamente cerré mis ojos como me indicó el señor, aunque cerré mis ojos pude sentir como una cálida luz abrumaba mi cuerpo.

—Corre— Me dijo William.

Todo podría acabar aquí si le digo a esta persona quién soy, pero no sé que le podría pasar a William que tanto me ayudo o al señor que nos acompañó en el viaje, así que solo si en verdad es necesario diré quien soy.

Abrí mis ojos y comencé a correr atrás de William, miré hacia atrás para ver quién nos había descubierto, pero la luz que había salido de la mano de William seguía cubriendo una parte del cielo, lo único que pude ver fue la silueta de una persona con cabello largo.

Sin poder descubrir quién era me concentré en seguir a William.

El destino de mí almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora