𝗧𝗮𝗸𝗲 𝗺𝗲 𝗮𝘄𝗮𝘆 / 𝗥𝗮𝗻 & 𝗥𝗶𝗻𝗱𝗼 𝗛𝗮𝗶𝘁𝗮𝗻𝗶

𝙁𝙧𝙤𝙢 𝙩𝙝𝙚 𝘿𝙞𝙣𝙞𝙣𝙜 𝙏𝙖𝙗𝙡𝙚

Bom dia ^^

Ran Haitani se encontraba distraído últimamente, es decir, sabia que si su yo de hace un año se viera actualmente estaría sumamente decepcionado, ¿y cómo no?

Poco a poco empezaba a sentirse vacío, la música ya no era suficiente para llenar ese vacío a pesar de que esta misma fue lo que lo saco de sus problemas siendo un pequeño adolescente, siendo que ahora a sus 20 llegaba poco a poco al estrellato; finalmente los reflectores estaban sobre el y su hermano, su adorado hermano con el que hace 8 años fantaseaba con estar en el escenario rodeado de personas maravilladas con los sonidos que eran capaces de producir. Y no es que la fama actualmente no le gustara, al contrario, su niño interior saltaba de emoción al presentarse junto a su banda. El problema era el, eso quería pensar, aunque claro que un niño de 12 años nunca iba a pensar en que toda la gloría y popularidad también puede tener su lado oscuro.

- Ran

Tan solo era un niño, no se imaginaba el precio que tendría que pagar por ser parte de una de las bandas mas renombradas actualmente.

- Ran, ¿me estas escuchando?

No podía quejarse del todo, tenia todo lo que siempre había deseado, ¿verdad?

- ¡Ran!

- Carajo, ¿qué quieres? - El mayor de los Haitani se paro exaltado, nada fuera de lo comun para Rindo, quien sabia por lo que estaba pasando e intentaba comprenderlo, a pesar de que no terminaba de entenderlo del todo.

- Tranquilo hermanito, tenemos que ir a comprar las cuerdas para tu guitarra, ¿recuerdas?

- Ah, si. Perdona, Rin.

- ¿Cuántos meses llevas así? deberías considerar ir a terapia, en serio, no puedes seguir así.

- Estoy bien, ya se me pasara.

- Se supone que el impulsivo de los dos era yo, no hemos hablado aun de lo que paso en la zona 0 - Y es que Rindo tenia cierto temor a preguntarle a su hermano que lo había hecho reaccionar así ese día, es decir, ese comportamiento seria propio de el, no de su hermano.

- Solo estaba de mal humor, no fue nada - Respondió para tomar las llaves de su departamento, abriendo la puerta permitiéndole el paso a Rindo y comenzando a bajar por las escaleras. Vivian en el quinto piso de un departamento muy bien localizado y un tanto lujoso, a final de cuentas podían permitirse esos gustos - ¿Cada quien va en su motocicleta?

- El que llegue al ultimo paga la cena de hoy - Dijo Rindo apenas y encendió su motocicleta, arrancando y alcanzando una gran velocidad, dejando a su hermano detras instantáneamente. El mayor disfrutaba de estos momentos en los que solo eran el y su hermano, le recordaba a cuando tenían 15 y 16, de ciudad en ciudad con tan solo sus instrumentos y tocando en cada una de estas. ¿Sus padres?, ellos no tenían padres, o es lo que decían para ahorrarse explicaciones. Ran descendió la velocidad, aparcándose a lado de su hermano enfrente de ¨El mundo de las guitarras¨, su tienda de confianza - Creo que te toca pagar la cena, de nuevo.

- Si, claro, andando.

Ambos hermanos entraron al lugar, cada uno separándose y yendo por su lado después de acordar el verse en la caja registradora cuando cada quien tuviera lo deseado, Rindo tenia pensado comprarse una guitarra a pesar de ya tener una en su hogar, la vieja estaba un poco oxidada y además quería una color negro, caprichos que el menor podía concederse.
Por otro lado, Ran solo iba a buscar las cuerdas para su guitarra. Una vez conseguidas considero el pasar por plumillas, pronto saldrían de gira y probablemente las iría perdiendo conforme pasaran de escenario en escenario. El mayor se dirigió a la caja, puesto que estos solo los tenían en exhibición, llamando la atención de la encargada de atender.