𝗧𝗮𝗸𝗲 𝗺𝗲 𝗮𝘄𝗮𝘆 / 𝗥𝗮𝗻 & 𝗥𝗶𝗻𝗱𝗼 𝗛𝗮𝗶𝘁𝗮𝗻𝗶

𝙅𝙪𝙨𝙩 𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙃𝙚𝙖𝙫𝙚𝙣

Jodido sábado por la mañana, fue el primer pensamiento que cruzo por la mente de Misa cuando despertó.

Desafortunadamente, gracias a la rutina de la chica de lunes a viernes, siempre despertaba a las 8:00 a.m. sin necesidad de una alarma. Maldecía por lo bajo, pero ya no había más que hacer para resolver su situación. Despertaba sin sueño, pero con muy poca energía y unas inmensas ganas de matarse.

La pelinegra tomó su celular para revisar que nuevas notificaciones tenía. Tenía 5 mensajes de Kazutora, quien le deseaba suerte anoche, antes de su presentación en el bar. El chico sabía lo nerviosa que estaba, por lo que la alentó e hizo el intento de calmar sus nervios antes de la presentación. Era el mejor amigo de la chica, por lo que se imaginaba que para ese punto Misa se había quedado sin uñas gracias a los nervios que la carcomían, y el miedo a desafinar o a cometer algún error durante la presentación.

Respondió sus mensajes, contándole brevemente que todo había salido bien, agradeciéndole por su apoyo. Fuera de ello, los demás mensajes no tenían importancia: el grupo de la preparatoria molestando con las tareas pendientes y trabajos que entregar, pura mierda pensó Misa. Apagó su celular para cubrir su cara con una almohada. si tan solo la vida se apiadará de ella para permitirle dormir aunque fueran 15 minutos más y recuperar energías. Tristemente eso no iba a ser así, por lo que finalmente se levantó de su cama, tendiéndola y poniendo todo en su lugar, para después proceder a darse una ducha rápida para retirar de su cuerpo los restos de sudor en su cuerpo, lavándose los dientes eliminando el asqueroso olor matutino y ponerse ropa decente para estar en casa, por ultimo. Sus planes eran hacer tarea temprano, para así después tal vez salir con los chicos en la noche. Ya había pasado un tiempo desde que no salían juntos a algún antro, y Misa estaba deseosa por volver a ese ambiente de nuevo. Era divertido, Baji siempre terminaba inundándose en alcohol, en ocasiones tomando el comportamiento de "mala copa", queriendo pelearse hasta con su propio reflejo. Draken y Mitsuya eran quienes actuaban como si fueran los padres en el grupo, aunque Draken en ocasiones terminaba perdiendo la cuenta de cuantos tragos llevaba, terminando borracho y dejando a Mitsuya a cargo de el cuidado del grupo, ya que no disfrutaba tanto el tomar, pero si el ver las estupideces que cometían sus amigos bajo los efectos del alcohol; era el que siempre tenía la cámara lista para grabarlos y al día siguiente recordarles lo que hicieron mientras se encontraban inconscientes. Mikey, era Mikey, no tenía control alguno sobre lo que ingería, a pesar de que el alcohol tardaba en hacerle efecto gracias a que comía constantemente, ralentizando el efecto. Nunca se ponía grave, no reflejaba problema alguno para Mitsuya. Misa variaba, dependiendo de su ánimo era si se quedaba junto a Mitsuya burlándose de los chicos, o formaba parte de los alcohólicos, siendo que ella borracha o se ponía muy cariñosa con sus amigos, o terminaba llorando por el mismo cariño que les tenía.
Tema de más tarde que hablar con los chicos, ya vería si esa noche salía o se quedaba junto a su hermana a ver películas.

La chica bajó, encontrándose con una sala vacía; probablemente sus padres habían despertado en la madrugada y subido a sus habitaciones, dejando a su hermana pequeña en la suya de paso. Le alegro, así no tendría que preocuparse por el sonido de la cafetera. Fue directo a esta, puso una cápsula de café americano para que el líquido comenzara a chorrear sobre su taza de café, en lo que la joven se preparaba pan tostado embarrado con mermelada de naranja. La chica se sentó sola en la pequeña barrita de su cocina, y disfrutó de su desayuno improvisado. Le habría gustado desayunar yogurt con avena, pero este ya se había acabado, por lo que le tendría que recordar a su madre comprarlo la semana siguiente.
Al término de su desayuno, limpio lo ensuciado y se dispuso a realizar las tareas dejadas por sus profesores.

Misa no era mala estudiante, pero tampoco podía considerarse una estudiante estrella o la favorita de los profesores. Era normal, un alumno más en su preparatoria, no muy popular pero si conocida por sus compañeros aunque sea de vista. Últimamente más personas reconocían quien era gracias a la creciente popularidad de su banda, quien poco a poco era reconocida. A fin de cuentas, cumplía con lo que le correspondía, no reprobar ninguna materia a cambio de tener el permiso de salir con sus amigos cuando quisiera, un trato justo para la chica, a pesar de estar próxima a cumplir los 18 años.