Capítulo 21: Dos personas

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Seguíamos en la India. 

Cada vez se volvía más tedioso estar ahí. El señor que nos ayudaba a meditar solo pensaba en él y no en lo que nosotros preferíamos hacer. Estábamos hartos. 

Ringo y Maureen ya se habían vuelto con la excusa de que extrañaban a sus hijos. Ellos la habían pasado bastante mal, en especial Ringo, quien era alérgico a la mayoría de las comidas que el plan alimenticio del lugar presentaba. 

Cynthia y yo cada vez nos acercábamos más. Antes, no nos entendíamos mucho. Yo era una cara bonita, una persona muy diferente. Tenía una carrera diferente. Cynthia, en cambio, era una ama de casa, que se había hecho famosa por ser la esposa de John Lennon, un músico famoso. Yo la amaba por esto. Ella no estaba interesada en la fama y seguía siendo la ama de casa, cuando podría haberse casado con John solo por su fama, lo cual no era el caso de ninguna de nosotras, por suerte. 

Habíamos hablado bastante con George y con Brian el tema de contarle al resto. Brian solo nos permitió elegir el padrino y la madrina y comunicárselos a ellos, con la condición de que no se lo contaran a nadie. 

Fueron días difíciles. Ninguno de los dos sabía quienes podrían ser los padrinos. Decidimos que iba a ser alguna pareja, sí; pero no podíamos decidirnos. 

Primero estaban Paul y Linda: Se habían casado hace poco, no conocíamos bien a Linda pero la queríamos. Parecían tener una buena relación que no se rompería tan rápido. 

Luego venían John y Cynthia: Conocía a John desde que entablé una amistad con George. Cynthia era una compañera de escuela de el medio-hermano de Roger, John D.. La conocía solo de reojo, pero siempre había sido buena persona. Cuando la conocí mejor, simplemente quise ser su amiga, me caía demasiado bien. 

Por último, estaban Ringo y Maureen: Ringo era el mejor amigo de George. Maureen, había sido de las mejores personas que había conocido en los últimos ocho años. Ellos dos nunca dudaron en ayudarnos cuando lo necesitábamos ni mucho menos nosotros a ellos. 

También hubo otras opciones, como Roger, Eric, Pattie, Rick y Brian, pero terminamos descartándolos por indecisión. 

Al final, elegimos a Paul y a Linda. Paul era mi mejor amigo, o a menos siempre nos habíamos tratado como tales. Y Linda había sido muy buena persona y quiso ser mi amiga desde que me conoció. Para George era algo similar. Paul era el primer Beatle al que había conocido. Él no sabía mucho de Linda, pero se llevaban bien. 

Decidimos comentárselo a la pareja cuanto antes. Les dijimos a ambos que vinieran a nuestra habitación. 

No me digan que venimos para algo sexual - Bromeó Paul al pasar - Recuerden que me siento mal de la cadera y no puedo moverme mucho. 

Paul - Soltó Linda, en tono burlón - Deja de bromear. Chicos, ¿Para qué nos llamaban? 

Les queremos decir algo, como ya sabrán - Empezó George, de manera lenta. 

Vamos a tener un hijo - Terminé, dejando a Paul boquiabierto. 

¡WOW!, no me lo esperaba - Dijo Paul 

Yo sí, cuando una mujer actúa así es porque no puede tener hijos o porque va a tener uno - Rio Linda. 

Luego, estuvimos conversando un rato más, donde les dijimos que nos gustaría que fueran los padrinos y que no se lo contaran a nadie. Ellos aceptaron ambas. 

El tiempo pasó como si de un avión estuviéramos hablando. Yo tenía cuatro meses y poca gente lo sabía. 

Habíamos confiado el secreto a John, Cynthia, Ringo, Maureen, Pattie, Roger y George M., quienes prometieron guardarlo. 

Mis padres sabían que estaba embarazada pero no apoyaban que tuviera hijos con una persona famosa, ya que decían que el niño estaría expuesto a muchas cámaras desde niño y que eso le afectaría en su vida adulta. 

Los padres de George no opinaban lo mismo. Decían que yo debía tener hijos con quien yo quisiera y lo mismo para George. Ninguno debía dejar que otras personas tomaran las riendas de su vida solo por conveniencia o por supuesta alteración futura. 

Por obvias razones, yo le hacía más caso a lo que los padres de George me decían. 

Era Junio. El 24 de ese mes, Roger me invitó a comer. 

Fui a su casa, allí estaba Judy, quien estaba preparando pescado vegetariano y papas fritas. 

Rog me contó que, en cuatro días, Pink Floyd iba a publicar su segundo álbum, llamado "A Sacerful Of Secrets". 

También me informó sobre la partida de Syd de la banda. Habían estado grabando el nuevo álbum con David Gilmour, un guitarrista que prometía un mejor futuro lejos de las drogas y de la locura, destino que Syd había elegido, voluntaria o involuntariamente. 

Estuvimos tanto tiempo charlando que perdimos la noción del tiempo. En un momento, Judy nos dijo que ya estaba la comida. Cenamos tranquilamente mientras yo le decía sobre mi futuro hijo a ella y les comentaba sobre la presión que conllevaba ser la esposa de un Beatle. 

Volví a casa esa noche, afónica de tanto haber hablado las horas anteriores. George me estaba esperando en el sofá. Allí me conto sobre la idea para un nuevo proyecto de la banda. Iban a recopilar las canciones compuestas en la India y las iban a terminar para Noviembre, así lograban vender bastante para navidad. 

Le comenté que me parecía una buena idea y que quería ir la estudio, ya que les podía sacar fotos y lograr portadas de sencillos o cosas así. 

George acepto, pero dijo que tendría que quedarme en la cabina para no molestar a la banda. 

Un rato después, Geo propuso ir a nuestro jardín, lleno de rosas de todos los colores imaginables, para ver las estrellas. 

Ahí me sentí muy bien. Comprendí que, en cinco meses, ya no seríamos más nosotros dos. Ya no seríamos dos personas. 

I need youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora