Capítulo 11

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Un profundo suspiro salió de los labios de Facundo mientras se dejaba serenar por el tierno semblante de su niño. Miró a su alrededor y no supo cómo había llegado a formar ese pequeño – no tan pequeño - hogar. Lo primero que pensó es que no le había comunicado a sus padres que iría a España y después tampoco les había hablado de Leo, a decir verdad ni los había llamado y conociendo a su padre sabía que iba a estar demasiado molesto con él por no haberles comunicado de su viaje.

Como vio que Leo seguía durmiendo con su guardián a su lado cogió el móvil y salió al jardín dispuesto a llamar a sus padres. Estaba indeciso si llamar primero a su mamá o a su papá. Sabía que su papá le iba a echar la bronca de su vida pero gritaba menos que su mamá. Ella le iba a gritar en nada que sintiera su voz. Así estaba con su móvil en la mano como si fuera un mocoso dándole explicaciones a sus padres, no como el adulto que era ¿por qué tenía esos nervios en el estómago?

Él era un adulto ¿Por qué se sentía como si tuviera quince años y se hubiera ido de fiesta? Finalmente llamó a su papá, pero dieron todos los tonos y no cogió el teléfono, así que llamó a su mamá, quien atendió al tercer toque.

-Hola?

-Hola, mamá, soy Facundo. _No le hizo falta que le dijera quién era, ella ya le había reconocido la voz y rompió a llorar porque estuvieron muy preocupados hasta el día anterior, que su hijo salió en televisión en un noticiero donde informaban que el guapísimo soltero, el famoso artista pintor estaba exponiendo en Madrid, España.

-Facundo, cómo pudiste hacernos esto, no sabés lo preocupados que estuvimos al no saber nada de vos._ Reclamó la mujer, pero apenas dijo eso ya no pudo hablar más pues su marido, que estaba al lado suyo, le quitó el teléfono sabiendo que era su hijo por lo que había escuchado.

-Se puede saber qué pasó con vos? Cómo se te ocurre irte y no avisar al menos? _Facundo se quedó callado sin saber qué decir por un instante.

Él no sabía que sus padres estaban así de preocupados –Boludo, te vas a quedar callado?!

-Papá, disculpá! Yo no sabía que estaban tan preocupados.

-Y cómo se supone que teníamos que estar cuando no sabíamos nada de vos y encima no contestás las llamadas. Fuimos por varios días a tu casa y no estabas tampoco y nadie supo decirnos dónde estabas, estuvimos en una angustia constante sin saber de tu paradero hasta ayer y todo eso porque saliste en el noticiero que sino seguiríamos locos buscándote hasta debajo de las piedras.

-Lo siento, papá, pasó todo tan rápido que no tuve ni tiempo de avisarles y si no contesté a los llamados fue porque tuve un problema con la compañía telefónica y tuve que cambiar a otra y me cambiaron el número.

-No, mocosito, aún no lo sentís hasta que te vea de frente, ahora me das la dirección de tu hotel porque ya sé que estás en Madrid. Esta noche sale nuestro vuelo. Hemos comprado los boletos al enterarnos dónde estabas._ A Facundo no le salían las palabras, sus padres estaban demasiado preocupados como para comprar dos boletos para ir a Madrid a la aventura, porque ellos ya los tenían comprado antes de que el los llamara.

-Papá, no hace falta que hagan ese viaje.

-Mejor te callás porque no está el horno para bollos, así que ya me estás dando la dirección.

-Esta bien, luego te la mando por WhatsApp, pero es un viaje agotador. Son trece horas en avión, papá. _ No es que sus padres fueran unos ancianos, pero se sentía culpable de que hicieran ese viaje por su culpa.

-Hijo, esta noche a las ocho tenemos que tomar el vuelo así que ya no hay vuelta atrás, y ya de paso conocemos un poco España ya que nunca hemos ido. _ El papá quiso quitarle hierro al asunto porque oía a su hijo con mucha culpa.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2021 ⏰

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