Primer capítulo

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La ropa estaba tirada por el suelo y se podía escuchar pequeños gimoteos provenientes de la cama de aquella pequeña habitación. 

—Baek ¿Sucede algo? —pregunta un adolescente que entra al cuarto. 

—Lo perdí, no lo encuentro, —levanta su mirada llorosa para ver a su hermano. 

—Ay Baek, —suspira y luego camina hacia la cama para sentarse quedando de frente al omega. —Ya debes olvidarlo, —acaricia el cabello gris de Baekhyun. —No te hace bien… —susurra con tristeza al ver al otro llorar.

—Pero es lo único que me queda de él… —tapa su cara con sus manos mientras empieza a llorar de nuevo, —y lo perdí, soy un tonto.

—No creo que él te quiera ver así… —se acerca más para poder jalar a Baekhyun en un abrazo provocando que este se termine desahogando en su pecho. —Él siempre estará a tu lado… Aunque no puedas verlo, —dice con calma mientras acaricia la espalda de Baekhyun.

Baekhyun había perdido a su alfa hace poco tiempo y sinceramente el omega no podía superar que su pareja se haya ido. Saber que nunca más lo iba a poder ver le rompía el alma. El collar de reclamo que le había dado como compromiso para un enlace era su único recuerdo y ahora lo había perdido.

En la tarde Baekhyun estaba sentado en el sofá de la casa junto a su hermano, Minseok. Ambos veían una película para poder distraer la mente de Baekhyun, pero luego se pudo escuchar un toque en la puerta, así que Minseok se levantó para atender. 

—¿Luhan? ¿Qué haces aquí? —pregunta Minseok sorprendido al ver entrar a la casa al pequeño omega. 

—Me invitaron a una fiesta y no quiero ir solo, hola Baek, —saluda cuando ve al omega acurrucado en el sofá. 

—¿Y por qué iríamos? —pregunta Minseok entornando los ojos. 

—Oh vamos, necesitan distraerse. —Forma un puchero para luego ir a sentarse junto a Baekhyun, —solo iremos un rato y luego volvemos. —Abraza al omega tapado, —¿Sí? 

Baekhyun suspira y piensa que la última vez que fue a una fiesta, había sido con él. Desde la muerte del alfa, Baekhyun no había vuelto a salir de casa. Volvió a vivir con sus padres ya que el departamento donde vivía con el alfa fue vendido por los que iban a ser sus suegros. 

—No lo sé, no tengo ganas de salir, —responde Baekhyun con voz aburrida. 

—Prometo que solo será un rato, nada fuerte, —besa el cabello de su amigo.

—Las fiestas a las que vas son, —resopla, —otra cosa. Siento que me van a quitar el celular apenas llegó, —se estremece al recordar a los tipos malvestidos y con pintas de delicuentes. 

—No seas así, son buena gente, —Luhan infla sus mejillas. —Será algo tranquilo, Baek, —besa el cachete del omega.

—¿Seguro? —Luhan asiente, —solo vamos un momento y regresamos rápido. —Finalmente acepta y Luhan aplaude contento.

Baekhyun aceptó porque sabía que Luhan era muy molesto cuando no se hacía lo que él quería. Suponía que quizás era buena idea salir ya que habían pasado cuatro meses desde la muerte de su amado.

Cuando fue a la ducha recordó todos aquellos momentos íntimos que compartió con él. Cerro los ojos dejando que el agua tibia mojara su piel y rememorando cuando conoció al hombre. A aquel alto de ojos grandes y personalidad burbujeante; nunca se podía aburrir con él. 

Nunca pensó poder encontrar a su pareja destinada, pero cuando lo percibió por primera vez lo supo, aquel alfa era el que la luna había guardado para él… aunque se sentía triste cuando recordaba que el alfa no lo percibía con tanta fuerza como Baekhyun lo hacía. 

Polvo de Ángel || ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora