Polvo de Ángel || Chanbaek

Octavo capítulo

Chanyeol abre sus ojos sintiéndose desorientado, pestañea varias veces intentando quitar las lagañas de sus ojos para poder despertar bien, luego su mirada viaja al suelo dándose cuenta de una pequeña funda con un poco de polvo blanquecino. 

Ahora mismo se sentía como un idiota, no pudo tener la suficiente fuerza de voluntad y había sucumbido ante aquella adicción que le hacía tanto daño; se sentía avergonzado, pensó que sería fuerte por su pequeño, pero no. Un par de lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas pensando que no tenía cara para volver con el omega.

Se levantó y frotó sus ojos con su brazo para luego salir de aquella casa vacía, al estar afuera vio en una marquesina la hora de ese momento; sacudió su cabeza y luego fue rápidamente al tranvía ya que iba a hacerse tarde para su trabajo. 

Afortunadamente pudo llegar a tiempo; se cambió de ropa por el uniforme y luego saludo a sus compañeros para finalmente empezar a trabajar. Le dolía un poco la cabeza, pero lo ignoro y siguió con su labor. 

Al terminar su turno, fue hacia la oficina de su jefe, el señor Wu. Le sudaban las manos porque estaba muy nervioso, no quería que su jefe le regañara, sin embargo ya no quería ver de nuevo aquella expresión de decepción en el rostro bonito de Baekhyun.

—Hola, Park, —saluda el otro alfa mientras revisa unos papeles, —¿Qué puedo hacer por ti?

—Buenas tardes, señor Wu, —responde el saludo y luego se sienta sintiéndose algo tímido, —bueno yo quería pedirle un favor… —mordisquea su mejilla interna.

—¿Un aumento? —suspira, —bueno-

—No, no, no es eso, —niega completamente y sacude su cabeza, —lo que pasa es que no sabía si podía hacer algunas horas extra, —pone las palmas sobre la tela de su pantalón.

—¿Horas extra? —frunce el ceño, —¿Por hoy? 

—Si es posible siempre, —hace una pequeña mueca sabiendo que el omega no iba a extrañarlo por lo que daba igual si se quedaba hasta tarde todos los días, —yo quiero… quiero que mi omega y mi bebé estén bien, —dice al ver la cara extrañada de su jefe.

—Así que es verdad, —suspira, —tener una familia es difícil a veces, pero ¿No crees que tu omega se vaya a molestar? 

—No creo que le moleste, —responde aún sintiéndose nervioso.

—¿Hasta qué hora puedes trabajar? —pregunta no queriendo entrometerse en la vida del alfa más joven.

—Hasta la hora que sea necesaria, no importa eso, —dice rápidamente ya que no le importaba eso mientras le diera más dinero.

—Bueno, entonces ¿Te gustaría mejor trabajar en el turno de la mañana y la tarde? —sugiere mientras revisa algunos papeles. —Así ganarías más que haciendo horas extras, pero ya no saldrías a la una de la tarde sino que a las seis, —advierte mirándolo.

—Sí, por supuesto, —asiente de inmediato, —estoy bien con eso, —acepta pensando que sería algo bueno ya que tendría más dinero y también no molestaría con su presencia a su pequeño omega y así Baekhyun estaría más cómodo. —¿Puedo empezar desde hoy? 

—Bueno sí, está bien, —responde extrañado por el comportamiento del otro alfa, pero lo deja pasar. 

.

Baekhyun estaba muy nervioso ya que el sol se estaba poniendo y su alfa aún no aparecía, incluso se había atrevido a salir para buscar al alfa, pero se asustó así que decidió regresar. 

En un momento se había puesto a llorar debido a que por sus comentarios el otro se había marchado; también su bebé había empezado a moverse mucho hasta el punto de fatigarlo.