ESCENA 0

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Ciudad Bai Di.

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—Hermano —. Alguien susurraba en la oscuridad.

«¡Es muy molesto! ¿A quién se le perdió el niño?»

—Hermano —. El niño volvió a gritar.

«¡Molesto! ¡Molesto! ¿Hermano? ¡Aquí no!»

—Hermano... Entonces me iré... —dijo el niño en voz baja, desvaneciéndose.

De repente, no pudo soportarlo. El remanente de su voz sonaba solitario, recordándole la figura del niño que se retiraba, como un Beagle (1) abandonado.

—¡Bien, bien, bien! ¿En qué cuadra, en qué calle y en qué casa vives? ¿Cómo se llama tu hermano poco confiable? ¡Te llevaré a casa! —. Se dio la vuelta y se sentó.

Se sentó en el suelo al sol, vestido de un blanco tan brillante como la luna. Lo que vio fue una camelia blanca floreciendo en un grueso jarrón de porcelana. Después de la camelia, el niño estaba acostado en el escritorio, escribiendo caligrafía con un pincel.

—Bueno, ¿no fuiste? ¿Estabas bromeando? —. Quería hablar, sin embargo, no lo hizo.

Naturalmente, hizo algo. Sobre la mesa había un plato de uvas verdes. Tomó un pequeño manojo y se lo entregó al chico que estaba al otro lado de la mesa.

El niño miró hacia arriba, sus ojos brillaban con pánico, como una pequeña bestia alerta.

—Hermano, hay mucha gente afuera.

«¿Qué demonios? Está tan silencioso» pensó.

Pero, por supuesto, dijo algo más:

—¿Quizá podríamos morir? Pero no tengas miedo, Constantine.

—No tengo miedo, con mi hermano no tendré miedo... Pero por qué ... ¿Por qué no me comes? Cómeme, hermano puede romper todas las jaulas —dijo el niño con seriedad.

«¿Comerte? Aunque seas blanco y tierno, eso no significa que seas más delicioso que una hamburguesa. Me acabo de comer una hamburguesa al mediodía, no tengo hambre» pensó.

—Eres una buena comida, pero eso sería muy solitario. Tu y yo hemos estado solos durante miles de años —. Una vez más, no quiso decir lo que dijo.

—Pero la muerte es tan triste, como estar sellado en una caja negra, por siempre y para siempre, negra y oscura... Como tantear en la noche lóbrega y nunca tocar las cosas cuando se extiende la mano...

—El destino del clan abandonado es cruzar el páramo, volver a levantar la bandera de batalla y regresar a casa. La muerte no es terrible, es solo un largo sueño. Antes de que pueda devorar el mundo, dormir en paz es mejor que una caminata solitaria. Nos despertaremos —. No podía creer que esa frase tan genial había salido de su boca.

—Hermano... Cuando levantes la bandera de batalla y te tragues el mundo, ¿me comerás? —. El niño lo miró, sus ojos claros brillaban... con expectación.

¡Que demonios! ¿Es este un drama sobre "somos una familia de caníbales que nos amamos"? ¡La ética de su familia es realmente extraña!

Aun así, asintió suavemente.

—¡Sí, entonces vendrás conmigo, ascensión al trono! —Su voz estaba llena de fría autoridad.

El niño sirvió un vaso de agua de la tetera y se lo entregó. Lo bebió, aturdido.

—Me voy, hermano. Adiós —. El niño se puso de pie.

Quería decir que no era su hermano, que lo estaba mal identificando, pero simplemente se limitó a decir:

—Adiós, ten cuidado, a los humanos no puedes creerles.

Otra línea extraña e inexplicable.

El niño salió y cerró la puerta detrás de él. Escuchó como los pasos del niño se alejaban cada vez más y finalmente desaparecían por completo.

De repente tuvo un poco de miedo. Pensó que había perdido la cabeza. Se preguntó cuánto tendría que caminar para encontrar a su hermano. ¿Y si alguien lo secuestra? Se puso inquieto y, cuando no pudo evitarlo, se levantó y corrió hacia la puerta.

Abrió la puerta y la luz brillante cayó sobre su bata blanca, no la luz del sol, sino la luz del fuego. La ciudad lloraba entre las llamas que ocuparon el cielo, una figura negra carbonizada corría en el fuego, miles de flechas caían del cielo y la enorme placa ardía, derrumbándose con dos caracteres: "Bai Di". Era como el infierno.

En medio de la ciudad había un poste alto, sobre el cual estaba suspendido el niño, con los ojos cerrados y las llamas de toda la ciudad quemándolo.

Fue como un gran sacrificio.

El corazón le dolía mucho, como si lo estuvieran cortando con un cuchillo. Alguien importante se perdió porque cometió un error.

Si hubiera mencionado que, de hecho, él era su hermano.

—Constantine... —gritó el nombre.

De repente se sentó. Sus ojos se abrieron al sol de la tarde con disnea (2). Todo su cuerpo estaba cubierto de sudor frío, pero en el exterior, el ruido del tren se alejaba ligeramente.

El sonido le hizo sentir que era tan dulce como para recordarle que todo en sus sueños era falso, que todavía estaba en un mundo ordinario. 

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Glosario:

•Beagle: es una raza de perro tipo sabueso, es pequeño y con manchas, pueden buscarlo si quieren.

Disnea: sensación de falta de aire/dificultad para respirar.

Así quedé con este capítulo:

Así quedé con este capítulo:

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F por Constantine...


Pd: más adelante entenderán este cap 🤭 por ahora solo lean 😆

Dragon Raja: The Blazing DawnlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora