𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐂𝐡𝐚𝐨𝐬. 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐡𝐨 (𝐚𝐮)

𝗗𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲⁵: ❞𝗖𝗶𝘁𝗮❞

Momo y Felix habían hecho un desastre total en su habitación, claro, como ellos no lo iban a recoger. Esperaba sentado en su cama mientras sus dos amigos debatían por cual prenda debía ser la escogida.

Minho rodó los ojos, no entendía porque debía estar en esta situación solo saldría con un amigo (bueno conocido). Ni siquiera entendía porque había aceptado aquella salida si apenas y lo conocía.

— ¡Definitivamente está! —salio de sus pensamientos al escuchar el grito de Felix.

— Vamos, ponte esto —la beta le acercó la ropa que ambos habían escogido.

Minho lo tomo y fue al baño para cambiarse, se colocó la camisa blanca junto al chaleco color crema con café claro y unos pantalones del mismo color. Salió del baño para entrar a su habitación, ambos lo miraron y sonrieron satisfechos.

— ¡Te ves genial Honnie! —gritó la chica con una gran sonrisa —. Ven, siéntate.

Minho lo hizo, viendo cómo ambos se acercaban para comenzar a ponerle maquillaje a su rostro. El castaño realmente hizo que hicieran con él lo que quisieran, tenía que agradecerles porque ellos escogieran su atuendo realmente no hubiera sabido que ponerse. Su celular vibró haciendo que los tres vieran a la mesa de noche donde se encontraba, el omega lo tomo viendo que era un mensaje del alfa.

— Es Hyunjin, dice que ya viene para acá —hablo sin mucho interés, Momo lo miro sorprendida.

— ¿Va a pasar por ti? —preguntó Felix, Lee alzó la mirada asintiendo.

— ¿Y aún así dices que esto no es una cita? —dijo la pelinegra con desaprobación.

— No es una cita, solo le hago un favor y ya —apago su celular cerrando los ojos para que Momo siguiera con lo que le estaba haciendo en ellos —. Además nosotros hacemos lo mismo cuando salimos.

— Obvio no, siempre ponemos un punto de reunión, es diferente cuando pasan a buscarte —la voz de Felix se hizo presente, Minho bufo, tenía un punto.

Antes de que Momo pudiera decir algo, la puerta se abrió dejando ver a Wheein, su madre. La mujer lo miro con una sonrisa emocionada.

— Dios mío, te ves hermoso hijo —

— Verdad que si —reafirmo su mejor amiga.

— Ese alfa se quedará sorprendido cuando te vea —dijo con orgullo la pelinegra.

Minho rodó los ojos, de verdad que no entendían que no era una cita romántica. Solo saldría con él porque se lo pidió como una forma de distraerse y él entendía a la perfección como era que se sentía no querer estar en casa. Por mal que suene lo sabía, lo mínimo que podía hacer era ayudarlo a qué por lo menos se le olvidará por unos momentos.

Casi 30 minutos después y que Minho ya estuviera totalmente arreglado la puerta fue tocada.

Wheein fue a abrirla con emoción, pues aunque sabía de la salida de su hijo no conocía al muchacho con el que saldría. Al abrir se quedó totalmente encantada por el apuesto alfa que la saludaba con cordialidad.