𝗧𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘁𝗿𝗲𝘀

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Cuando Hyunjin leyó el último mensaje de Ryujin no pudo evitar suspirar intranquilo; sinceramente siempre tuvo problemas al escoger sus decisiones siempre lo hizo mal trataba de mil formas hacer lo que sus padres le pedían para hacerlos felices a ...

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Cuando Hyunjin leyó el último mensaje de Ryujin no pudo evitar suspirar intranquilo; sinceramente siempre tuvo problemas al escoger sus decisiones siempre lo hizo mal trataba de mil formas hacer lo que sus padres le pedían para hacerlos felices a ellos aún cuando para él fuera un martirio, pero, ahora quería hacerlo bien. Quería escoger lo que realmente quería.

Y para ello tenía que dejar bien en claro las cosas tanto con ella como con Lee.

—Te ves preocupado, ¿qué pasa?—Chris preguntó viéndolo curioso dejando la pluma en el doblez del libro que estaba estudiando.

—Es la estúpida apuesta—dijo con el ceño fruncido con una mueca llena de fastidio—Creo que todos debemos decirles, si ellos se llegan a enterar. Si Minho se entera yo...

Minho le gustaba, no solamente porque fuera su destinado, desde que lo vió en aquella cafetería donde suele trabajar llamo su atención, con olor o sin él; quería llegar a conocerlo mejor y la estúpida apuesta solo hacía que se sintiera como un idiota aprovechado aún cuando meses atrás ya habían dejado esa maldita y estúpida idea.

—Creo que es lo correcto—Chris sonrió, tratando de tranquilizar a su amigo—Es mejor que sepan la verdad.

Ryujin movía la pierna de arriba hacia abajo con impaciencia, su pluma no dejaba de moverse de la misma forma que su pierna, estaba tan nerviosa de ir a hablar con Jinnie

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Ryujin movía la pierna de arriba hacia abajo con impaciencia, su pluma no dejaba de moverse de la misma forma que su pierna, estaba tan nerviosa de ir a hablar con Jinnie.

Habían muchas cosas malas con la idea de un matrimonio, ella había aceptado cuando tenían doce años. ¡Era una niña! Una que creía en cuentos de hadas y amoríos de infancia que duraban toda la eternidad, cuando creció y vio las cosas con madurez supo que lo que su familia y la de Jinnie estaban mal; era una estúpida idea como si aún estuvieran en el siglo XIX. Ya no era la misma y tampoco quería casarse... No solo porque estuviera mal, si no, por sí misma. La idea del matrimonio era aburrida, ella ya no se casaría con nadie ¿Por qué un papel firmado o unos votos hacia un Dios deberían demostrar cuanto una pareja se amaba?

Para ella no era necesario y sabía que Jinnie tendría a otra chica incluso un chico hay muchos omegas lindos por ahí, ella solo quería conservar su amistad que desde años tenían, así como también comenzar a alejarse de Yeji.

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐂𝐡𝐚𝐨𝐬. 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐡𝐨 (𝐚𝐮)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora