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—¿Entonces que harás hoy? —preguntó el rubio mientras metía comida a su boca, se encontraba comiendo dorayakis, sus favoritos.
—No lo sé. —hiciste un pequeño puchero, Mikey y tú se encontraban sentados en la puerta de tu casa, observando como niños jugaban pelota en el parque.
—Tú nunca sabes nada.
Rodaste los ojos. —Ya sé, son vacaciones y siento que me la paso más aburrida aquí que en clases.
—Siempre te digo que salgamos con mis amigos y nunca quieres ir. —Mikey te miró haciendo una expresión triste.
No querías decirle que le tenías miedo a sus amigos, todos eran unos pandilleros y eso te daba cierto miedo, aunque Mikey era uno de tus amigos y él era el líder de esa pandilla por alguna extraña razón cuando se conocieron te pareció todo lo contrario a lo que era un delincuente.
—Es que mi mamá no me deja. —mentiste. —Solo me deja salir contigo y con Draken. —mencionaste a tu otro amigo, el rubio que tenía un tatuaje en la cabeza, aún te sorprendía como es que a tan temprana edad se hizo un tatuaje.
—Pues no le digas que haremos.
—No me gusta mentirle a mi mamá. —respondiste en un susurro, Mikey volteó los ojos y te sacó la lengua.
—Eres muy aburrida, no sé porque somos amigos. —volteaste a verlo rápidamente y lo miraste con tristeza, tal vez tenía razón pero él y Draken eran tus únicos amigos, y por nada del mundo querías perder su amistad. —Perdón. —se disculpó y arrugó la nariz. —Me gusta mucho ser tu amigo, mucho mucho muchooo. —se acercó a ti para rodearte en un abrazo y escondió su cara entre tu pecho.
—Hola... —escuchaste la voz de Draken y alzaste la vista para verlo ya que era muy alto. —¿Qué hacen? —preguntó mientras miraba como Mikey seguía escondido en tu cuerpo.
—Hola Draken. —hiciste un movimiento con tu mano en forma de saludo y le diste una sonrisa cálida.
—Kenchin, hola. —murmuró Mikey. —Solo le pedía disculpas por decirle cosas feas. —sentiste que el rubio se había separado de tu cuerpo para regresar a su postura anterior.
—¿Cosas feas? —exclamó confundido mientras se sentaba junto con ustedes, dejándote al medio de ambos chicos.
—Me dijo que era aburrida como amiga. —soltaste y viste como el más alto miraba a Mikey con mala cara.
—¿Eso le dijiste?
—Era bromita, Kenchin. —respondió apenado el más chico.
Te levantaste para adentrarte a tu casa, tenías sed así que fuiste por un vaso de agua dejando a los dos amigos sentados fuera de tu casa.
Mikey notó como el otro rubio te miraba mientras te adentrabas a tu casa, Draken tenía la mirada puesta en ti, se sonrojó cuando te fuiste y volvió a mirar al frente.
