𝒟ℯ𝓈𝓉𝒾𝓃𝓎 [𝖲𝖺𝖻𝗂𝗍𝗈 𝖷 𝖫𝖾𝖼𝗍𝗈𝗋𝖺]

第2章

POV: CHOKO

—¡Mamá! —gritaste, pensando que habías tenido un mal sueño. Pero cuando giraste la cabeza buscando en los alrededores a tu madre, viste en su lugar al señor Urokodaki.

—¿Quién es usted y qué hago aquí? —preguntaste asustada, arrinconada en una habitación de la choza. Pero antes de que Urokodaki respondiera, te soltaste a llorar. Recordaste lo que pasó el día anterior y tu mente hizo click. Aquel hombre delante tuyo esperó pacientemente a que te desahogaras.

Cuando tu llanto cesó, el señor habló:
—Mi nombre es Urokodaki. ¿Cuál es el tuyo? —dijo calmadamente, tanto que te transmitió confianza.
—____, mi nombre es ____.

Tras una pequeña explicación de todo lo que sucedió, y nuevamente un mar de lágrimas, Urokodaki te ofreció un delicioso desayuno.

—Debes tener hambre, come un poco —dijo, y como si fuera nada, comiste rápidamente todo el plato de comida.
—¿Por qué es tan amable conmigo? —decías, mientras te servía otro plato.
—Por lo que me cuentas, la cosa que asesinó a tu familia no era un monstruo, era un demonio. Los conozco bien porque yo era cazador de demonios. —Ladeaste la cabeza, confundida.
—¿Cazador de demonios?

—Me explicó lo que todos sabemos: qué son los demonios, cómo matarlos, etc. Recuerdo que me ofreció proteger a los demás convirtiéndome en cazadora de demonios, y pues aquí me ven —hablabas mientras los hermanos Kamado asentían.

Ibas a continuar tu historia, pero viste cómo un jabalí abría la puerta de una patada. Bueno, más bien dicho, un Inosuke. Acto seguido, apareció Zenitsu, persiguiendo al primero mientras le reclamaba por correr tan rápido. Esos dos hacían mucho ruido, así que les pediste que bajaran el volumen.

Pero tras no escucharte, Tanjiro les gritó que se callaran.

—Gracias, Tanjiro —diste un suspiro profundo y volviste a hablar—. Inosuke y Zenitsu, es un placer volverlos a ver —dijiste con una sonrisa.
—¿Qué hacían? —preguntó el rubio.
—____-san nos estaba contando la historia de su haori y de cómo se volvió cazadora —habló Tanjiro.

—¡Conoce la historia de tus oponentes para destrozarlos! ¡Me quedo! —dijo rápidamente el chico de cabello azul, para posteriormente sentarse. En respuesta, reíste ante su acto.

—Inosuke, recuerda que ___-san es un pilar, debes hablarle con respeto —lo regañó nuevamente Tanjiro.
—Zenitsu, ¿te quedas? —volvió a hablar el pelirrojo.

—Me gustaría, pero quiero descansar... —el rubio iba a dar media vuelta, pero observó que la caja de la menor de los Kamado estaba abierta—. ¡Nezuko-chan! —Vio a la mencionada y se sentó junto a ella—. ¡Me quedo!

Nuevamente reíste y seguiste con tu historia...

POV: ____

—¡E-esperé! —Antes de que me diera cuenta, el señor Urokodaki ya estaba corriendo hacia la montaña, así que tuve que seguirlo. Y aunque era pequeña, no bajó el ritmo.

—Si quieres matar demonios tendrás que alcanzarme. Soy un señor mayor, no será difícil.

Aún recuerdo lo mucho que me costó respirar llegando a la cima. En verdad me dolía todo, pero no me dejó descansar. Me dio un hacha y me dijo que cortara un arbolito.

—¡¿U-una katana?! ¡¿Y de madera?!

Recuerdo que me explicó algo sobre hacer mis propias armas en tiempos de crisis. En el momento no lo pensé, pero creo que si mi familia no vendiera madera, me habría quedado hasta ahí.

Estaba tan centrada en mis propios problemas que no noté que había alguien a mi alrededor. A unos cuantos metros, había un niño haciendo algo con unas piedras. No noté su existencia hasta que gritó:

—¡Lo logré! —La chica se acercó al pequeño con curiosidad—. ¿Tú quién eres?

POV: CHOKO

—Su entrenamiento fue diferente al de Gompachiro. De seguro la quería más —un golpe en la nuca por parte de Zenitsu interrumpió a Inosuke.

—Eso es obvio, ella tenía cinco años, idiota. No le darían cosas imposibles.

—Aunque no lo crean, fue un entrenamiento muy difícil, según recuerdo. Aunque Zenitsu tiene razón: era una niña.

—___-chan, ¿quién era el chico? —preguntó Tanjiro, y Nezuko señaló tu haori. En respuesta, asentiste.
—Él es la razón de la ropa. Su nombre... era uno realmente curioso —sonreíste para ti misma.

—Se llamaba Sabito... Significa “conejo oxidado” —reíste al recordarlo—. Definitivamente no le quedaba.

—Era un niño realmente especial, con un nombre extraño...

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¡Hola! ¡Choko reportándose! Espero que te esté gustando la historia. Gracias por comentar y votar en cada capítulo <3

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¡Sigue disfrutando tu lectura! Byee

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