Mi Ultimo Año ...

11. Necesito Morirme Por Lo Menos Una Semana

''Dice estar muerto pero llora
con ciertas canciones y se
conmueve al filo de un libro.
El no esta muerto, solo esta
infinitamente roto''.

-E.P

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Marian: 

-Nadie quiere corazón, nadie quiere volver a ello.

-Perdóname joder....-lo escuche musitar entre suspiros y los efectos de la droga.

-Descuida...-Comencé a sobar su cabeza pasando mis dedos entre su cabello churco una y otra vez intentando calmarlo.

Allí en la esquina de un pasillo de un hospital se encontraba el chico que todo el mundo ve bien ahora hecho trizas, devastado, con el cabello revuelto, las pupilas dilatadas y los labios secos con un nudo en la garganta sosteniendo las lagrimas.

Comencé a tatarear una canción inventada en ese momento intentando calmar el silencio que dejaba Marco entre los sollozos que contenían lagrimas, y en cuanto menos me espere he quedado dormida, dudo que Marco igual, la droga lo puso hiperactivo pero no tranquilo, claro, no se acordaba de lo que podía hacer una dosis mínima a diferencia de una dosis alta como antes.

Y es que, con Marco hemos pasado demasiadas cosas, rupturas, reconciliaciones, fiestas, resacas, vacaciones, primeros días de instituto... y todo parece la primera vez, la primera ruptura, la primera reconciliación... ¿Qué si me duele? no ¿Qué si me arde? si, la sensación en el pecho es bastante parecida a esa palabra, el ardo como si me estuvieran quemando junto con aquella presión en el pecho que conozco bien, se hacían presentes de nuevo, como la primera vez que lo fui buscar.

--Hace 2 Años--

El teléfono comienza a vibrar en la mesa al lado la cama, una y otra vez, mis ojos se abren y miro el reloj digital en mi escritorio, son las 4:34 de la mañana, ¿a quien se le ocurre llamar a esa hora? vuelvo a acomodarme para seguir durmiendo plácidamente cuando el teléfono vuelve a vibrar.

-Santa Madre de Dios...- logro susurrar antes de tomar el teléfono y contestar sin siquiera ver quien es el insistente- Diga.

-Brown...- Dice la voz a través del teléfono 

-¿Marco?- No logro ocultar mi todo de angustia.

-Brown no se donde estoy...me estoy muriendo de frio y...no puedo conducir, Brown, no así. 

-¿Estas ebrio? 

-No quiero hablar de ello ahora- Ese comentario hizo pasar 400 posibilidades por mi cabeza angustiándome mas- Solo...te mandare mi ubicación, ven por mi quieres- dejo de hablar esperando una respuesta, pero yo no se la di, pues ya me estaba cambiando- por favor...-Musito con su voz entre cortada y eso me hizo tomar el teléfono de nuevo.

-Mándame la ubicación, ya estoy saliendo- tome mis guantes y salí por la ventana tan silenciosamente como pude.

Las calles vacías y los postes de luz me rodeaban, el único sonido además del de los grillos era mi respiración agitada y el sonido que producían la suela de las converse contra el suelo. No estaba tan lejos, así que en unos cuantos minutos estaría allí con el, o bueno,  rezaba porque así fuera. 

-Brown...-susurraron en forma de grito y mis piernas se detuvieron instintivamente- Brown...-volvió a musitar y supe que se trataba de Marco, me devolví unos cuantos pasos y voltee la mirada hacia el callejón topándome con el ya nombrado, tirado en el suelo pero recostado en la pared como un vagabundo, pantalón de mezclilla, tenis blancos y una chaqueta negra con manchas cafés y blancas de la suciedad del suelo. Me acerque apresuradamente a el y le tome la cara para ver si estaba herido, pero no...