Me encontraba en casa de Sydney, ya era fin de semana y ella se estaba preparando para la fiesta que haría hoy por la noche en su casa.
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— ¿Y estás segura que los tíos vendrán el miércoles recién?
Sydney: Si segura, mis padres apenas notarán que hice una fiesta, además tengo 4 días para solucionar cualquier inconveniente si es que sucede
— ¿Invitaste a Marcus? —Pregunte curiosa—
Sydney: Obviamente —Sonríe pasando su brillo labial por sus labios—
— Y si viene Marcus, vendrá Tom
Sydney: Es probable.. —Voltea a verme— Ya supéralo, hoy tendrás un montón de chicos para poder olvidarte de él, no debes preocuparte
— No quiero estar con ningún CHICO —Respondí resaltando esa palabra mientras alzaba las cejas— Solo quiero fumar, beber y emborracharme nada más
Sydney: Yo igual reina —Se acerca a mí— Bueno, ¿Que te pondrás está noche?
— Así.. tal cual estoy
Sydney me mira con cara de disgusto, llevaba una camisa grande, unos jeans anchos y una musculosa blanca.
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Sydney: ¿Así? —Alza una ceja— Puedo prestarte una pollera o un vestido si quieres, puedes vestirte mejor
— No gracias no quiero polleras ni vestidos —Me observó al espejo unos segundos— Estoy cómoda así
Sydney: Vas a maquillarte me imagino, o alisar tu cabello —Negué con mi cabeza sonriendo— Oh vamos _______ que carajos te pasa, ven voy a alisar tu cabello aunque sea, así estás más presentable.
Luego de unas horas la fiesta había comenzado, en menos de una hora ya estaba repleta de gente, amigos y conocidos de Sydney. No sabía si había sido buena idea, pero invite a Lucas ya que veníamos conversando súper bien estos días. Después de todo, no fue alguien sin importancia y terminar de buena manera con él sería agradable.
