Abrí mis ojos ya que el despertador había sonado, un día más de tortura, un día más de sufrimiento, porque estaba muerta en vida, hacia exactamente un mes no sabía absolutamente nada de Tom. Hace un mes que escuchaba aquel mensaje de voz todos los días para no olvidarme de la suya.
Había aprobado mis exámenes finales, pero no estaba feliz.
Según los oficiales, un auto con 4 integrantes dentro habían chocado aquella tarde donde todo mi mundo se derrumbó. El auto se incendio por la explosión y no había ningún sobreviviente, los cuerpos quedaron irreconocibles, no había rastros de sus DNI ni de algo que pudiera identificarlos, pero lo único que daba indicios de que eran ellos, fue que estaban escapandose de la policía.
Claro que no creí, estaba negada a eso. Pero el tiempo pasaba y Tom no aparecía.
Festeje navidad con mi madre, y luego llegó año nuevo. Aún sin noticias..
Finalizo enero y comenzó febrero. Revisaba mi celular cada minuto de cada día con la esperanza de tener algún mensaje, llamada, email o algo de él. Pero no tenía nada.
Llegó mi cumpleaños, Sydney insistía en ir a comer juntas pero yo no podía, literalmente estaba en depresión, lo extrañaba demasiado y mis esperanzas de volver a verlo disminuían cada ves más. Sydney también estaba mal, pero ella lo disimulaba mejor que yo. Ambas estando a la expectativa de algún mensaje de Tom o Marcus que nos vuelvan a llenar el alma nuevamente.
Esa tarde, a pesar de no querer festejar, decidí ir a "visitarlos", para la ley estaban muertos, para mí aún seguían con vida. Fui al lugar donde supuestamente estaban sus cuerpos enterrados, y allí me encontré a Giselle, llorando sobre sus tumbas diciendo cuando los extrañaba. Estaba distinta, ya no tenía el cabello moreno, ahora estaba rubia, con unas ropas diferentes a las que solía usar.
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— Hey.. —Acaricie su hombro, ella voltea a verme y sonríe, hace tiempo no la veía tampoco—
Giselle: Pipí..
Ambas nos abrazamos y me senté junto a ella, Giselle apoyo su cabeza en mi hombro con sus ojos rojos por las lágrimas. Allí permanecimos unos minutos, en silencio, observando sus nombres tallados en las lápidas.
"Marcus López" "Thomas Holland" "Colin Ford" y "Bill Skarsgard"
Giselle: Los extraño muchísimo, es la primera vez que me encuentro sola en el mundo, es muy difícil todo esto —Explica— Conseguí un empleo, en un local de ropa, ahora vendo ropa para hombres —Sonríe— Y cada vez que acomodo la ropa en el perchero suelo intentar adivinar que cosa usaría Marcus, o Tom..
Sonreí intentando no llorar, pero mis ojos para este punto ya estaban cristalizados
Giselle: Para colmo Verónica está rara, no se que le pasa, últimamente siento que cada vez que viene a verme me hace un interrogatorio..
