Parte 1: Reencuentro.

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Harry no esperó encontrar a cierta persona en la fila del supermercado.

-¿Malfoy? -Murmuró, estaba casi seguro que era el rubio pero quizás hubiera alguien muy parecido y lo estuviera confundiendo. Pero el hombre se volteó, reconociendo a Harry.

-Potter.

Ah, no, este era el original. Aun con el barbijo puesto, resultaba inevitable reconocer sus peculiares ojos grises.

-¿Qué haces aquí?

-Es un supermercado, suelo venir a ver obras de arte e invertir en el mercado de bienes raíces. -Draco le miró con la ceja levantada, irónico. -Veo que tu solo te dedicas a comprar víveres.

Así como su apariencia, su personalidad odiosa seguía siendo la misma.

-Veo que no has cambiado. -Bufó Harry molesto ¿Qué le costaba ser agradable? Él estaba siendo agradable.

-No puedo decir lo mismo de ti. -Murmuró, repasándolo con la mirada de arriba a abajo..

Hubo algo en su tono de voz y su mirada, que hizo que las mejillas de Harry se sonrojaran. Bien, ahora se estaba pasando de "agradable".

-¿Vienes mucho por aquí?

-Qué inútil intento de ligar.

-¡No te estoy...! -Harry se alteró, viendo como varias personas alrededor se le quedaban viendo. Se obligó a agachar los hombros, avergonzado por hacer una escena en ese supermercado. Era el más cercano a su departamento así que solía venir seguido. Realmente no intentaba ligar, le sorprendía ver a Malfoy en ese lugar, le parecía muy muggle para su culo refinado. -No me refería a eso.

-Intentas ser buena gente y hablar cordialmente como un antiguo compañero de escuela. -Concluyo el rubio, parecía divertido de verlo humillado.

-Exacto, yo...

Se vieron interrumpidos cuando el cajero llamó a Draco, era su turno. Harry no pudo acercarse, ya que el mundo muggle se veía afectado por una pandemia y debía respetar estrictos protocolos, que entre muchas cosas, lo obligaban a estar a un metro y medio de distancia en la fila.

Harry observó que el rubio aún era más alto que él, solo por unos centímetros. Por su parte, había crecido un poco durante su entrenamiento de auror, además, su cuerpo estaba más tonificado que antes y se mantenía yendo al gimnasio tres veces a la semana.

Malfoy seguía siendo Malfoy, con su porte elegante y su ropa muggle que le quedaba como un guante, luciendo estilizado y maduro. Los años le habían venido muy bien en realidad.

Se miró en comparación, con su pantalones grises que ya debía cambiarlos, sus zapatillas gastadas y su buzo con una mancha de café de esa mañana... Era como un adolescente en el cuerpo de un hombre de treinta y cinco años.

La fila avanzó y entonces cayó en cuenta que su ex-compañero de clases se había marchado.

Harry pasó sus artículos y espero, notando como los números subían y subían.

-Serían doscientas cincuenta libras. -Dijo la cajera con cara aburrida.

-¿Solo por leche y fruta? -Harry comenzó a sudar, no tenía tanto dinero en su billetera.

-Su novio dijo que usted pagaría el resto.

¿Qué?

¡Maldito hijo de puta!


⚡⚡⚡⚡⚡


¡Hola chiques!

Vengo con esta historia que escribí mientras tenia que estar haciendo cosas mas importantes, ¿les pasa? Yo suelo patear mis responsabilidades hasta que me chocan en la cara. 

En fin, tenia ganas de una historia cortita y ligera, fácil de leer. Hice a Harry un poco idiota, pero en la medida justa en que te da ternura (?) y mi Malfoy cargado en ironía. 

Como lo digo en todas mis historias, nos leemos en los comentarios ¡Espero que les guste!  

Besos en la cola.
🔥🔥🔥

Cómo domar a un héroe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora