VII (Siete) AÑOS ANTES
“Tienes un enorme problema de ego mi queridísimo señor”- Tal parece que mi comentario no le causo nada de molestia al imbécil de Garren.
“Mi amada Mercy, como me conoces tan bien; incluso se podría decir que somos como almas gemelas, destinadas a estar unidas”- no pude distinguir si lo que dijo fue sarcástico o no, mi amor por él no me dejaba ver si me lastimaba o de verdad me ama.
“Eres un imbécil, pero aun así te amo”- luego de culminadas mis palabras le doy un beso apasionado y siento como me sujeta de la cadera para poder colocarme en sus piernas- “Alto allí señor, ¿No te casas? ¿Cuántas veces piensas tener sexo hoy?”- su agarre apretó más y me sentó a la fuerzas en su regazo.
“Las veces que me dé la gana ¿Tienes algún problema con eso, brujita?”-No me importo lo que dijo, cuando me beso el cuello se me borraron todas ganas de pelear.
“Ninguno, mi señor”-al finalizar mi respuesta me tomo de la cadera y me levanto, mientras me besaba caminaba hacia la cama. Ya estábamos semidesnudos desde hace rato así que sería más fácil.
“Ya que no escucho ninguna objeción, proseguiré con mi trabajo”- cuando estábamos a punto de tener sexo por tercera vez esta mañana nos interrumpe un soldado de la reina tocando la puerta.
“¡Señor Garren; guardián! La reina solicita su presencia de inmediato”- la voz ronca del hombre me recuerda la de mi padre, ¡mierda mi padre! Debe de estar buscándome.
“¡Ya voy soldado!”- baja su cabeza en señal de fastidio y luego me vuelve a mirar a los ojos- “Lo lamento mi lady, pero nuestra hora de pasión tendrá que ser para luego”- se baja de la cama y me da un beso en la mano como despedida.
“No vayas por favor, ¿Por qué debes de servir a la reina?”- ni siquiera mi carita de bebe llorando con puchero lo hicieron quedar.
“Es un deber que debo cumplir y toda mi generación es esa”- responde mientras se ajusta el cinturón del pantalón y aun puedo ver su pecho al descubierto.
Cuando se marcha yo también lo hago, con un beso en la frente de parte de él nos despedimos. De regreso a mi hogar en el pueblo de Brazas veo a mi padre recolectar las verduras para la venta de hoy y a mí hermana menor Kira tejer en su silla de afuera. De nuevo mi hermana mayor Keyla no está por ningún lado, suele escaparse al busque para encontrarse con un amor prohibido; un sujeto llamado Black. No la culpo ya que yo hago lo mismo con Garren, aunque él me da dinero como excusa para cuando yo llegue a casa y decirles que estaba limpiando casas en las afueras del pueblo, donde los nobles viven.
“Al fin llegas hija, tu hermana desapareció de nuevo y estamos retrasados para la venta de hoy. Necesito que me ayudes con estas cajas y subirlas a la carroza para irme”-En la voz de mi padre se notaba su cansancio, trabaja muy duro para darnos de comer todos los días, desde que mama murió trabaja el doble. Nosotras nos quedamos en casa para preparar y cuidar la cosecha.
“Está bien, yo lo hago rápido”- ya él sabia a lo que me refería. Mirando las cajas pesadas solo basto que les señalara el lugar a donde deben de ir y estas me hicieron caso, flotaron por los aires y una tras otra fueron a la carroza ordenadamente.
“Hija, no me refería a eso cuando pedí ayuda. Debes de tener sumo cuidado con eso y preferiblemente que no te vean”- su rostro de asombro me dio risa. La verdad es que soy el producto de una violación que sufrió mi madre cuando era joven y solo tenían a Keyla. Mi padre fue considerado y decidió tenerme para ser criada por ellos, esperaban que fuera humana igual que mi madre pero lamentablemente Salí igual que al asqueroso de mi padre de sangre; un brujo. Cuando un brujo y una humana tienen un hijo suelen convertirse en dos cosas: humano o hechicero. Aunque un brujo puede transformar a un humano en brujo también si lo desea, pero menos mal que ese no fue el caso de mi madre.
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Meduza: El Cazador y la Presa
FantasySINOPSIS El "Había una vez" es un poco trillado como para mencionarlo en esta historia; la historia de una joven hechicera cuyo amor prohibido desato una tempestad en su reino. Mercy es una mujer terca y con más amor para dar a los demás que para el...