JeongHan y JiSoo vivieron con una promesa.
Como líderes de la organización clandestina más temida de Corea, son criminales. Son malas personas. Pero a ellos nunca les importó. Lucharon por un propósito y ese era deshacerse de toda la escoria del mun...
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SeungCheol no sabía qué le había pasado.
¡Lo había estado haciendo tan bien! Tan jodidamente bien.
Tal vez era el hecho de que ya había tenido un día bastante malo o el hecho de que en realidad estaba progresando solo para ser insultado por ello, pero sabía que la había cagado.
Rompió una regla y la promesa que hizo.
Ahora aquí estaba, sentado en la oficina del director, con las manos en el regazo y la cabeza colgando avergonzado como debería estar.
¿Qué hizo él? Bueno, hizo lo que siempre solía hacer, dejó que sus puños hablaran por completo. Ahora había llevado a un estudiante de primer año a la sala de emergencias por posiblemente varios huesos rotos y un padre enojado que quería destrozarlo.
Qué maravilloso.
Escuchó la puerta de la oficina abrirse y cerrarse antes de que una figura se sentara en el escritorio frente a él. El hombre suspiró cuando SeungCheol lo miró a los ojos.
-"SeungCheol, ¿qué pasó?"-. Preguntó pero el estudiante no le respondió. SeungCheol no quería, ¿qué se suponía que tenía que decir?
Pelear era por lo que era conocido, todos tenían la idea de que él escoge peleas por mierdas y risitas. Incluso si tenía una razón válida para golpear al estudiante de primer año, no era como si nadie fuera a creerle. El director solo suspiró de nuevo.
-"Han pasado dos meses desde la última vez que te vi aquí. Para ser honesto, estoy orgulloso de ti. Lo que sea que haya pasado estos últimos meses ha sido bueno para ti y puedo creer genuinamente que no querías que esto sucediera"-.
SeungCheol estaba algo sorprendido por la declaración. El director era alguien en quien nunca pensó como un aliado, pero al menos sabía que el hombre no quería atraparlo.
Pero incluso si el director le cree, el padre definitivamente no lo hará. Seungcheol era la comidilla de todos los estudiantes de primer año, los estudiantes de último año les advirtieron a todos de él, sabía que muchos maestros también chismeaban con los padres. Definitivamente no lo iban a entender.
Sin embargo, en realidad no se preocupaba por los padres o el chico. Solo le importaba un cierto grupo de sicarios a los que tendría que enfrentarse cuando se fuera. SeungCheol mantuvo sus ojos fijos en sus manos, anticipando su perdición.
-"No obstante, los padres no quieren dejar pasar esto. Tu tutor ya ha sido llamado, están en camino a partir de este momento"-.
Su cabeza se disparó, dándole a su director una mirada de absoluto pavor. No había visto a la ajumma desde el día en que los atacaron. Le hizo una llamada telefónica, todo lo que le dijo fue que había encontrado un buen lugar y que lo iba a hacer mejor.
Después de eso, nunca volvió a hablar con ella. Él la ha molestado lo suficiente, doce años para ser exactos, y deseaba que con él fuera, ella pudiera vivir el resto de su vida libre de estrés. Ahora la van a llamar aquí.
