JeongHan y JiSoo vivieron con una promesa.
Como líderes de la organización clandestina más temida de Corea, son criminales. Son malas personas. Pero a ellos nunca les importó. Lucharon por un propósito y ese era deshacerse de toda la escoria del mun...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todo lo que SeungCheol supo por un tiempo fue oscuridad.
Cuando tomó la decisión improvisada de dispararse y sumergirse directamente en las frías aguas del río Han con DoYeon a cuestas, SeungCheol sabía que lo más probable era que muriera. Tal vez si tuviera unos minutos más para pensar, se habría dado cuenta de la terrible idea que era en realidad.
Porque moriría sin un solo adiós a sus hyungs.
Mirando hacia atrás, en el segundo en que el pensamiento apareció en su cabeza, lo último que hizo antes de sacar su arma fue mirar a JeongHan y JiSoo para decirles que los amaba. Como si una parte de él ya esperara que no saldría vivo de allí.
Dios, era un idiota.
Solo se habían juntado no hace mucho tiempo y luego decidió tirarse por el costado de un yate con una bala atravesándolo.
Si lograba sobrevivir, estaba seguro de que JeongHan y JiSoo lo matarían. Se rió cuando pensó en eso, mientras descendía lentamente más profundamente en el agua.
Entonces todo se volvió negro.
Hasta que lo despertaron bruscamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SeungCheol se despertó con un grito ahogado, desorientado y alarmado, un dolor inmediato atravesó su abdomen con el movimiento violento. La mano que empujaba su pecho tampoco ayudó.
Agarrando la extremidad por instinto, trató de apartarla de él. Sin embargo, solo pareció poner más manos en su cuerpo, aumentando su pánico. No fue hasta que escuchó una suave voz femenina que comenzó a calmarle.
Reconoció esa voz.
Disminuyó la velocidad de su respiración, dejó de luchar y pronto las manos se apartaron de él. Pasaron los minutos y pronto la bruma que lo nublaba comenzó a aclararse, revelando una habitación desconocida y varios rostros preocupados.
-"¿JiHyo noona...?"-. Su voz áspera se sorprendió a sí mismo.
Mientras miraba más de cerca a sus alrededores, se dio cuenta de que las chicas de Daegu estaban todas en la habitación con él, acompañadas de algunas personas que no conocía. Los Scouts también estaban presentes, aunque al principio no sabía que eran ellos debido a la falta de visión.
