JeongHan y JiSoo vivieron con una promesa.
Como líderes de la organización clandestina más temida de Corea, son criminales. Son malas personas. Pero a ellos nunca les importó. Lucharon por un propósito y ese era deshacerse de toda la escoria del mun...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Detuvieron la camioneta a un kilómetro de la sede de La Scala Reale y SeungCheol no pudo evitar sentirse asustado cuando Bang Chan estacionó el auto.
Como fue bajo su jurisdicción que la misión siguió adelante, él fue quien dirigió el asalto. Por una vez, sabía lo que sentían JeongHan, JiSoo e incluso WonWoo, tener tantas vidas sobre sus hombros.
Miró a los demás pasajeros, las personas que ahora están bajo sus órdenes. Era su deber asegurarse de que todos salieran de aquí con vida.
Tomando una bocanada de aire, acomodó su corazón palpitante.
Recordó para quién estaba haciendo esto y estaba seguro de que si esas personas estuvieran aquí en este momento, no lo pensarían dos veces antes de seguir sus órdenes. De hecho, estarían encantados de tenerlo a la cabeza.
SeungCheol taladró eso en su alma.
Los hará sentir orgullosos.
-"Bien"-. Comenzó, volviéndose hacia sus miembros. -"Tengo un plan, pero tienen que confiar en mí"-.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SeungCheol mantuvo su arma lista mientras se acercaba lentamente a la parte trasera de la base. Al igual que sus casas principales, el edificio era bastante grande, tomando la imagen de una cabaña moderna.
Afortunadamente, su grupo logró llegar en el momento perfecto cuando el resto de los hombres de DoYeon estaban distraídos. Todos ellos estaban reunidos en el sótano, que estaba siendo monitoreado de cerca por JeongYeon y YoungJae.
Antes de avanzar con la infiltración, registraron el área circundante con la esperanza de encontrar una parte del trío. SeungCheol sabía que tener ojos y oídos en todas partes era crucial en las misiones de sigilo. Sus hyungs, incluso si estaban ciegos por la rabia, no lo olvidarían.
Cuando lo encontraron, SeungCheol no pudo ocultar su emoción al ver tal vez a uno de sus hyungs nuevamente después de un mes insoportable. Solo para ser golpeado por la decepción al ver a YoungJae solo en el vehículo.
Al final resultó que, SeungKwan, SeokMin y HanSol decidieron no quedarse detrás de una pantalla de computadora esta vez, eligiendo seguir a los demás a la base. El trío siempre fueron el cerebro, pero para que dejen de lado su tecnología y decidan convertirse en músculos, deben de estar furiosos.
