Capítulo 3:
“Disturbing behavior”
Con la nueva información acerca del porque Klaus no podía generar más híbridos, Tessa se planteó un montón de opciones: podía decirle la verdad a su hermano o encargarse ella misma de la situación. La parte más sensata le decía que no debía de cometer ninguna estupidez pero la menos razonable le aconsejaba que fuese a buscar a la doble en ese preciso momento.
Llegada la noche se fue del bar de Gloria. Rebekah había mencionado que se reunirían en el almacén donde habían despertado, por lo que puso rumbo hacia allí.
Tras haber estado unas cuantas horas despierta, se encontraba un tanto más despierta; aunque seguía estando un tanto tiesa, como si todavía estuviera recostada en el ataúd. La calle se iluminó con las farolas. No había tanta gente como en la mañana y había menos cantidad de autos transitando en ese momento.
Hizo tres cuadras más y llegó.
Moviendo la mano hacia la izquierda abrió las puertas corredizas, las cuales chillaron sobre los rieles. Las bombillas proyectaban una blanquecina luz que generaba sombras con las estanterías de metal. En el centro de la habitación se hallaban cinco aludes. Dos estaban vacíos. Bajó las escalerillas y se acercó al más próximo.
La punta de sus dedos acarició la madera. Los deslizó por el extremo más largo y destrabó la pequeña cerradura de bronce. Apenas tocando la tapa, la levantó. El disecado rostro de Elijah apareció.
-Oh, mi querido hermano.-murmuró, acariciándole la mejilla. La piel del Original estaba fría, gris y venas oscuras le surcaban cada centímetro.- ¿Qué has hecho para merecer esto?-sus dedos se cerraron torno a la empuñadura de la daga. Como en la mañana, tuvo intenciones de retirarla, pero algo le decía que aún no era el momento. Se inclinó sobre el ataúd y sus labios rozaron la frente del vampiro.-Prometo liberarte, pronto.-
-Elijah fue una buena persona.-se reincorporó de golpe y vio una figura oculta tras las sombras.-Fue de gran ayuda con todo el tema del sacrificio.-
-Lástima que la doble terminó muerta.-Tessa volvió a cerrar la tapa del ataúd y se volvió hacia atrás.-Creo que sus esfuerzos fueron en vano. Klaus ganó.-
-Pero no quita el hecho que al menos uno de tus hermanos intentó ayudarla.-repuso Stefan, dejándose ver.
-Pero eso no quita el hecho que la doble sigue muerta.-insistió la bruja.
-Bien, veo que tienes ganas de discutir.-ella sonrió con ironía.
Tessa se deslizó hacia un saliente de cemento y se sentó, cruzando una pierna por encima de la otra.
-Sigo sin entender cómo es que Klaus está fallando.-murmuró.-Mató al vampiro, al hombre lobo, a la doble.-puso énfasis en la mención de la chica muerta. Stefan se removió inquieto.-Básicamente, cumplió con todo los requisitos de la maldición. No pudo haber fallado en algo tan sencillo.
-Tal vez omitió algo.-comentó el vampiro.
-Créeme, se pasó 10 siglos esperando este momento. Se sabía de memoria la receta, no pudo haber sido tan idiota como para haber omitido algo.-Tessa enrolló un mechón de cabello en su dedo.-Pero, es mejor que las cosas sean así.-
-¿A qué te refieres?-preguntó Stefan.
-Sí Klaus era un insoportable paranoico siendo solo un vampiro, ahora que es un híbrido es el doble.-respondió, recostándose contra la pared.-Imagínatelo con un ejército de idiotas engendrados por él. Seguiría siendo paranoico, solo que se creería el rey del mundo.-se miró las uñas con desdén.-Solo Elijah sería capaz de hacerlo recapacitar, y fallar para volver a intentarlo.-
-¿Y por qué no lo despiertas?-quiso saber el vampiro señalando el ataúd con la cabeza.
-Por qué Klaus me perseguiría hasta los confines de la tierra.-la bruja se encogió de hombros.-Resultó ser un bastardo vengativo.-
-Te sentenció a estar 90 años dentro de una caja, ¿por qué sigues estando a su lado?-inquirió Salvatore. La mirada de Tessa se tornó gélida.
-Porque es mi familia, Stefan.-dijo.-Pudo haber sido un estúpido, manipulador y corrupto, pero no saca el hecho de que sea mi hermano.-añadió.-Puede que tenga algún resentimiento por haberme robado parte de mi vida, pero ya me encargaré de cobrárselo.-sonrió.-Él no es único capaz de controlar a la gente.-chasqueó la lengua.- Cambiando de tema, ¿qué ha sido de tu vida estos últimos años?-preguntó, ladeando la cabeza.-Quiero que me omitas la repugnante parte donde conoces a la doble y me cuentes algo emocionante.-
-¿Y si mejor me cuentas la razón por la cual estaban tan desesperados la noche en la que nos separamos?-preguntó Stefan, cruzándose de brazos sobre su pecho.
Tessa apretó los labios.
-Eso no te incumbe.-respondió.
-Mencionaste a un alguien.-continuó el vampiro.-Eso quiere decir que alguien los perseguido y por alguna razón…le temen.-
La bruja se puso de pie y levantó una mano. Con la palma hacia arriba, comenzó a cerrar los dedos a modo de garra.
Stefan abrió la boca, pero ningún sonido salió. Se llevó ambas manos al cuello, en un desesperado intento por poder respirar.
-Ya basta.-gruñó Tessa, apartando la mano. Stefan se desmoronó sobre sus rodillas; jadeaba.
-Solo…solo me pareció escuchar que Klaus no le teme a nadie, sino que siempre es al revés.-dijo entre intentos de recuperar el fluido pasaje de aire.
-Nadie en el mundo es valiente.-murmuró la bruja con el ceño fruncido.-Ni siquiera Niklaus.-
-¿Quién era ese hombre?-insistió el vampiro.
-Si no quieres acabar mal, te conviene no hacer más preguntas.-pidió Tessa, alisándose la falda. Se alejó de Stefan y se abrazó a sí mismo.- Klaus mencionó que estás aquí porque salvaste a tu hermano.-
-Lo hice.-
-Él te admira por eso.-Tessa lo miró por encima de su hombro.-Pero no siempre es bueno sacrificar todo por la familia. Se tiene que ser egoísta a veces.-se masajeó los brazos y repiqueteó la punta del botín izquierdo contra el piso.-Klaus, a pesar de sus acciones, siempre intenta protegernos.-miró de reojo a los ataúdes.- Y él nos salvó, y te salvo, de…-su voz se apagó.
-No hace falta que me respondas quién era ese alguien.-se retractó Stefan, poniéndose de pie y acercándose a ella.-Supongo que tendrás tus motivos para no querer hablar de eso.-le colocó una mano sobre el hombro.
-Gracias.-murmuró ella, volteando lentamente. Sus ojos ambarinos se encontraron con los verdes del vampiro; como hacía 90 años, carecían de sentimientos. Tessa se acercó más a él. Sus manos rozaron el pecho de Stefan. Las de él subieron por las mejillas hasta llegar a la nuca de a bruja, atrayéndola hacia sí. En un abrir y cerrar de ojos, sus labios se juntaron. El vampiro la sujetó por la espalda como si no pensara dejarla ir. Tessa notó perfectamente como aquel beso, era un beso forzado. Había frío en cada movimiento. La bruja se separó lentamente y colocó una mano sobre el pecho de Stefan para crear un espacio entre ambos.-Stefan…-susurró.
-¿Sí?-jadeó él, apoyando su frente contra la de la bruja.
-Sigo dándome cuenta cuando mientes.- Tessa se alejó, mirándolo ceñuda. Hizo todos sus esfuerzos para no dejar que sus pensamientos hacia el vampiro la traicionaran.
-¿Qué?-preguntó Stefan, confundido mientras alcanzaba a sostenerle una mano.-Tess, yo no…-
Las puertas corredizas se abrieron por segunda vez y Klaus junto a Rebekah ingresaron. El híbrido tenía cara de pocos amigos.
-Gloria se fue.-anunció.-Tenemos que encontrar otra bruja.-añadió. Tardo un poco en estudiar la expresión de su hermana menor, luego se acercó a ella.- ¿Qué pasa?-
-Algo está mal.-respondió.-Ha estado preguntando sobre Mikael.-con la cabeza señaló a Stefan.-Presiento que su lealtad no está con nosotros, como te ha dicho.-Klaus frunció el ceño y poco le importó que el vampiro tratase de explicarse; se acercó a él y terminó rompiéndole el cuello.
ESTÁS LEYENDO
Where do broken hearts go? ✔
Fanfiction{LIBRO I} »Se enamoraron con solo mirarse. Él venía con el corazón dolido. Ella creía saber como arreglarlo. Él resolvió ser distante para gustarle. Ella que debía ser él quien diese el primer paso. Ambos esperaron que fuera el otro quién hablara. Y...