16 - Que la torturaba

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Se sentía muy débil aún, incluso los sueños que suele tener no arreglaban nada

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Se sentía muy débil aún, incluso los sueños que suele tener no arreglaban nada.
No quería levantarse ni salir, esa droga aún le hacía efecto y debía permanecer lejos de los demás por las dudas, en especial de Niragi.

Pudo escuchar la puerta abrirse pero no tenía fuerzas para levantarse, solo escuchaba estando de costado, con la mirada perdida, mareada y ganas de lanzarse desde un precipicio.

Luego sintió una cálida mano en su hombro... como esa vez, solo que ahora no pudo saltar de la cama.
Hasta tenía su bate en la mano, durmió con el por las dudas.
Observo con dificultad y noto ese cabello rubio, tenia una mirada sorprendida y con algo de preocupación.

— Aleen ¿Te sientes bien? —Llego a preguntar.

Solo pudo negar con lentitud y cerro los ojos para guardar calma.

— Espera, traeré algunas cosas.

Sin más que decir, salió rápidamente del lugar dejando conmovida a la castaña. Era tierno el verlo de esa manera, y eso que era alguien cruel en cierto modo, lo pensaba por lo que le hará a Arisu y Usagi.

 Era tierno el verlo de esa manera, y eso que era alguien cruel en cierto modo, lo pensaba por lo que le hará a Arisu y Usagi

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Ya estaba mejor, no sabía de dónde sacó el suero y demás, pero gracias a eso pudo limpiar su sangre de la droga que tenía. Ahora permanecía acostada en medio de la cama, pues a sus costados estaban él y Kuina hablando de los sucedido.

— ¿Cómo pudo sucederle esto? —Preguntó extrañada— se veía tan bien.

— Es claro que la drogaron, pero no estoy seguro de que fue un juego. Niragi comentó que ella fue a uno sola, debio...

Con dificultad, levanto la mano rápidamente para interrumpir al escuchar ese nombre y fue reincorporandose hasta quedar sentada, con ayuda de Kuina.

— ¿Niragi? —Preguntó ésta para ver si era la causa de su reacción.

Y asintió repetidas veces ante ese maldito nombre.
Todo quedó claro, sonaba lógico dado que últimamente ese tipo parecía tenerle odio a la castaña.

— ¿Niragi te ha estando dando algo? —El albino se acercó un poco más para ver las expresiones de ella— algo donde pudo haber puesto esa droga.

La más alta le dio una hoja y lapiz para que anotara todo.
Y efectivamente se sorprendieron al ver que ya le había dado varias cosas, y que casi muere en el juego por ello.

— Bien... ahora que sabemos la verdad, podrías seguir engañandolo aceptando sus regalos —Comento pensativo, pero al ver que ella asentia con rapidez supo que pensó lo mismo—. Que lista eres. Por ahora descansa, aún no se ha limpiado la sangre.

Acaricio la cabeza de ésta con una sonrisa, cosa que Kuina presenció y no pudo evitar sonreír. Esperaba que Chishiya sea bueno con Aleen y no se atreva a utilizarla como a los demás.

— ¿Jamás sonríes? —Arqueo una ceja la azabache de cabello corto— las veces que te vi estas muy seria o inexpresiva

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— ¿Jamás sonríes? —Arqueo una ceja la azabache de cabello corto— las veces que te vi estas muy seria o inexpresiva.

Después de una hora pudo salir y en el camino se encontró con esos dos jóvenes, Usagi y Arisu quienes no pudieron evitar hablarle.
Según Chishiya, ya les comento que ella podía entenderlos, con eso tendrían más confianza y no sospecharian.

Ella sólo se encogió de hombros y movió su mano como saludo.

Arisu imitó el gesto, que chico más tierno he inocente.

— ¿Cómo estas? Escuche que te sentías mal. —Hablo finalmente el chico.

Asintió mostrando su pulgar en señal de que estaba perfectamente bien.
No creyó que terminaría caminando con ellos después de esa pequeña charla. Eran agradables, le hablaban como si fuese una amiga más, aunque obvio evitaban decir ciertas cosas privadas y demás.

Todo bien, hasta que se tuvieron que separar. Ahora estaba sola, caminando en busca del rubio o Kuina.
Pero frente a ella apareció ese maldito que casi la mata. Sin decir nada le extendió otra mini-botella de agua y acepto sin dudar, buscando la forma de irse sin que sospeche, él la miraba como si esperara a que beba un poco.

— Aquí estás.

Sintio una mano en su hombro, reconoció esa voz, era Chishiya con su característica sonrisa, mirando fijamente a Niragi. Haciendo que éste chasquee la lengua y voltee para irse.

— Estuvo cerca.

¿Debería abrazarlo?

La salvó de drogarse con esa maldita agua otra vez, no podía tener mejor suerte. Se contuvo por las dudas.

 Se contuvo por las dudas

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Soledad en Silencio [Chishiya Shuntaro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora