En algún punto de su viaje, Takemichi se enamoró de Manjiro, al punto de que ambos se volvieron pareja, logró salvar a sus dos hermanos y pensó que todo acabo ahí, y que en un futuro el estaría al lado de Mikey, sin embargo, no fue así, durante su ú...
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La puerta de aquella habitación de hospital de abrió, dejando ver a un hombre alto, de cabello negro, pasado de sus 40 años, con una cicatriz en su cuello, vistiendo un traje del mismo color de su cabello, con un aura no muy amigable y una expresión seria en su rostro, quien venía acompañado de Draken y Senju. Takemichi al darse cuenta de esto, volteo rápidamente, encontrándose con un rostro demasiado conocido, con un rostro que juro odiar hasta morir.
—¿Qué mierda estas haciendo aquí? ¿Qué? ¿Recordaste que tienes una familia?— Dijo enojado.
— ¿Esa es la menera en la que recibes a tu padre después no verlo casi 10 años?— Respondió aquel hombre en un tono relajado.
— No me vengas con esas mierda ahora, nunca pasaste tiempo conmigo y lo único que traias a casa eran problemas, ¿Sabes lo que mi madre tuvo que pasar por tu culpa? Te largaste sin decirnos nada sólo para salvar tu maldito trasero, dejándonos a nuestra suerte, sin nada ¿Y ahora regresas como si nada?— Rió.— Mi mamá está muerta porque tu ni siquiera fuiste capaz de darle un mísero yen.
Inui, Draken y Senju sólo miraban sorprendidos a Takemichi, puesto a que nunca lo habían visto de esa manera, y tampoco esperaban que aquel señor, con el que hicieron negocios horas atrás resultará ser el padre de Hanagaki.
Aquel hombre le dio una señal a las personas que estaban parados en la entrada y salieron de la habitación, mientras que aquellos tres chicos no duraron en hacer lo mismo, sea lo que fuera que estuviera pasando, ellos no deberían estar ahí.
— Trate de salvarla, sin embargo, cuando iba en la ambulancia al hospital ella falleció.— Suspiró.— Su cuenta bancaria estaba llena de dinero, sin embargo ella se negó a usarlos. Regresé porque irás conmigo, tienes algo que yo necesito.—
—Por su puesto, era obvio que ibas a regresar porque necesitabas algo.— Hablo con ironía.- ¿Puedo saber siquiera, dónde mierda estabas? ¿O por qué no nos llevaste contigo?—
— Eso no es relevante ahora Takemichi, irás conmigo así quieras o no.— Dijo irritado
— Responde lo que te pregunté, maldita sea. Ni siquiera eres capaz de preguntarme como mierda estoy.—
— Eres muy insolente mocoso.— Hablo el único hombre que no salió de la habitación, quien también tenía un aspecto demasiado serio.— Hablale al señor Daisuke Lombardo con respeto.—
— ¿Tú quien mierda eres? Deja de meter tu oscico donde no te incumbe.— Aquella persona sólo vio mal, pero no dijo nada más.— Así que ahora te llamas Daisuke, oh, y sobre todo tienes el mismo apellido que el dueño de Black Corporation. ¿Qué sigue? ¿Me dirás que me amas y que nunca fue tú intención abandonarnos?—
— De hecho, para ser precisos, seré el dueño de la próxima sede en Japón.— Aquellas palabras dejaron a Takemichi con la boca abierta.
— Genial ¿Y eso que mierda tiene que ver conmigo? ¿Quieres dejar de darle vuelta a las cosas e ir al grano?— Takemichi se encontraba completamente frustrado al no entender nada y más porqué realmente quería moler a golpes a su padre.
