Capítulo 5

87 15 2
                                    

//Annika

Pasan los días, las semanas e incluso el mes se acaba. No he obtenido noticias de Lucas y eso me desespera. Camino hacia el comedor y me siento a esperar mi comida. Felipe entra con un iPad en la mano derecha y me mira fijamente.

—Si no me traes buenas noticias, es mejor que te vayas —ordeno.

—Las tengo. Madame, Lucas se ha puesto en contacto con nosotros, me ha dicho que casi lo atrapan, pero lo ha conseguido.

Mis labios se curvan en una sonrisa y me levanto de la mesa, decidida a jugar ahora. No quiero perder tiempo, así que me dirijo a mi despacho y les ordeno que suban mi comida. Me conecto al chip que programé y sonrío victoriosa al ver que efectivamente funciona. Este pequeño invento me da la accesibilidad al ordenador al que está conectado.

Comienzo a comer mientras intento conectarme al ordenador del despacho del presidente. Me aseguro de poder entrar y aferrarme al servidor como si fuese un virus y mientras como patatas fritas, voy mirando cada uno de los archivos.

Cámaras de seguridad.

Sonrío y le doy clic, las diversas pantallas se muestran ante mí y logro mirar todo el movimiento del palacio de Bellevue. Mi vista se hace se fija en alguien particular, un hombre de traje camina por los pasillos. Veo cómo se detiene y observa su reloj, voltea y mira a la cámara desde la cual lo estoy mirando. Mi piel se eriza al conectar mi mirada con la suya.

Dios... ¿Quién eres?

Sus finos labios se curvan en una sonrisa para luego caminar hacia la dirección contraria a la que él iba. Me fijo en las demás cámaras, siguiendo su camino. Lo veo entrar a una habitación y busco inmediatamente la cámara que debe estar dentro de la habitación. Frunzo el ceño al no encontrar nada y me llevo otra patata a la boca mientras cruzo mis piernas.

Me levanto de la silla y salgo de mi despacho. Mi corazón late rápidamente y no entiendo el motivo. Tengo un presentimiento, pero no sé si es bueno o malo. Me dirijo a mi habitación y tomo mi máscara y una de mis pelucas. Algo me dice que lo haga y siempre sigo a mi instinto.

Me cambio de ropa y me coloco mi típica vestimenta, me aseguro de tener todos mis cuchillos escondidos en varias zonas de mi pantalón y enseguida me coloco la máscara, no sin antes maquillar mi rostro.

Me coloco mis guantes, asegurándome de que el hierro en mis nudillos esté allí. Mis zapatos y mis guantes están modificados para que cualquier golpe que yo dé, sea el doble o triple de fuerte. Me dirijo nuevamente hacia mi despacho y mientras camino por el pasillo, veo a Felipe hacer rondas.

—Necesito que te deshagas de cualquier cosa que yo haya tocado sin guantes, también manda a limpiar mi habitación, no quiero ni una sola evidencia de que yo estuve aquí. Y prepara los siete anillos de seguridad, que estén atentos

—Enseguida.

Entro a mi despacho y me siento en mi lugar, mi comida sigue allí, mi estómago se ha cerrado así que la tiro a la basura. Comienzo a robar toda la información que necesito, para luego seguir mirando las cámaras. No hay movimiento, no veo a Lucas y en el despacho del presidente no hay cámaras. Respiro hondo y comienzo a escribir.

En la pantalla del presidente se verá cada cosa que escriba, ya que el mensaje va dirigido a él. Además, que él puede responder.

Hola, presidente... juguemos un juego ¿Te atreves?

Veo las cámaras de seguridad nuevamente y veo a aquél hombre caminar nuevamente por el mismo pasillo de antes, pero esta vez sigue su camino, no se detiene en ningún momento.

MI JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora