Capítulo 12

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//Annika

La idea de ir a una discoteca cruza por mi mente, y es que la idea de divertirme no la pierdo en ningún momento, no pierdo el tiempo y me coloco un vestido de noche, le ordeno a Felipe que me lleve a una discoteca y lo hace sin rechistar. Durante todo el recorrido voy mirando la calle y asegurándome de tener lo que necesito, que es un pequeño bolso con mi arma y listo.

Al llegar al sitio, Felipe baja junto a mí, pero le pido que quiero entrar sola. Acepta y me dice que esperará fuera, en el coche.

La música suena fuertemente al entrar y el ambiente que necesito se hace presente de inmediato, pido varios tragos y comienzo a bailar sola. Varios hombres se acercan para bailar junto a mí. Meneo mis caderas al ritmo de la música, cuando de repente mi mirada se encuentra con la de alguien más.

Un hombre, cabello claro, mirada atrayente y postura atractiva; está sentado mirándome fijamente, le sigo con la mirada mientras él se levanta del sofá. Sonrío siguiendo el curioso juego y me doy la vuelta mientras sigo bailando, varios segundos después volteo nuevamente solo para encontrarme con la nada. No está. Busco con la mirada a aquel extraño tipo que de alguna manera robó mi atención, sin embargo, no encuentro nada.

Me encojo de hombros y sigo bailando a mi ritmo. Sin embargo, ha dejado un extraño cosquilleo en mi interior que me hace desear algo.

Pasan algunas horas hasta que finalmente me canso, Felipe y Lucas me esperan ya fuera y ambos me suben al coche para luego llevarme a casa. Lucas permanece en la parte de atrás y Felipe maneja. Mi mente, presa del alcohol, comienza a evocar recuerdos de la noche que pasé con Lucas.

El deseo crece en mí, los recuerdos de cómo él me hizo sentir aquella noche invaden mi cabeza y el extraño cosquilleo me hace sentir viva, su lengua jugando conmigo, sus caricias y sus gemidos cuando estaba a punto de correrse. Las copas han comenzado a hacer efecto y no me importa en lo absoluto.

Solo que... ya no puedo arriesgarme a follar con Lucas.

—Lucas, en el primer semáforo en rojo te vas adelante —lo miro con seriedad y Lucas asiente.

No pasan muchos minutos cuando finalmente puedo estar a solas, subo la ventanilla que nos separa y echo mi cabeza hacia atrás. El alcohol si no me hace vomitar, me hace querer follar, eso es algo que tengo muy claro y parece que esta noche las ganas de estar con alguien en la cama han incrementado. Mis manos comienzan a deslizarse por mi vientre y llegan a mis muslos. Me alzo el vestido y adentro mis manos en mi sexo, mi humedad me sorprende y fácilmente comienzo a jugar conmigo misma.

Complacerse a uno mismo, está bien.

Cierro mis ojos y mientras acaricio mi punto, voy adentrando un par de dedos. Los jadeos empiezan a salir por mi boca, no puedo controlarme y arqueo mi espalda sintiendo el placer recorrer mi cuerpo, juego de nuevo con mi punto sensible mientras el coche se mueve y me estremezco al sentir el clímax avecinarse. Mis piernas comienzan a temblar en cuanto llego a mi final, exclamo un gemido final para luego bajarme el vestido y acostarme en el asiento.

El auto se detiene delante de la casa y me bajo enseguida, una vez en la entrada, me quito los tacones y comienzo a caminar descalza adentrándome en el salón. Me acuesto en el sofá y comienzo a mirar las noticias.

¡Últimas noticias! "IDENTIDAD DESCONOCIDA" ha provocado varios disturbios en varias ciudades de Europa, revelando atroces secretos de gobernantes de diferentes países. Desde el 16 de febrero no se ha vuelto a pronunciar en ninguna red social "¿Qué es lo que quiere?" Preguntan los medios, varios senadores aseguran que esas noticias reveladas son falsas... ¿Es eso cierto? Nuestro entrevistador Carlos Maya ha salido a las calles a preguntar sobre "IDENTIDAD DESCONOCIDA"

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