Capítulo 1

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Descargando datos...

Miro el reloj sabiendo que tengo 30 segundos para descargar el archivo completo.

Al cumplirse el tiempo, quito el USB del ordenador y doy un paso hacia atrás, tiro dos veces de la cuerda que sujeta mi arnés y de inmediato me suben. Podría haber hecho esto desde casa, pero me gusta acercarme un poco al fuego y sentir el calor. Mi compañero y yo corremos por el techo y nos deslizamos hasta caer a la siguiente casa.

El presidente tiene bien pensado, guardar sus oscuros secretos en la casa de su madre. Algo no muy decente de su parte.

Un coche nos espera a un kilómetro de aquí, así que apresuro mi paso y corro mucho más. Uno de mis hombres y yo llegamos al coche que nos espera y enseguida nos subimos, el conductor enciende el auto y nos encaminamos hacia mi residencia. Le ordeno al conductor encender el aire y en cuanto lo hace, no dudo en subir la ventana que nos separa a mí y a mi compañero para quitarme la máscara que llevo.

La melena rubia cae al desatar la goma que llevo puesta, del sudor se han formado pequeñas gotas en mi labio superior haciéndose molestas. Me limpio rápidamente y me miro en el pequeño espejo de mano que suelo llevar siempre.

Annika Smirnov lo ha vuelto a hacer.

Vamos a montar caos en otro gobierno.

El auto se detiene y llego a mi residencia enseguida, me coloco la máscara nuevamente y salgo del coche. No hay gente a primera vista, pero sé que mis hombres se camuflan, quiero ser discreta y ellos saben que nada sería bueno si me descubren o si descubren mi localización. Camino hacia la entrada y me adentro en casa, camino rápidamente hacia mi habitación y me encierro.

El calor y el sofoco me pide a gritos que me dé un baño antes de jugar. Comienzo a desvestirme mientras avanzo hacia el baño, me quito la peluca rubia dejándola caer al suelo. Abro la llave del agua dejando que llene la bañera en pocos minutos. Me doy un largo baño de agua fría para luego salir del baño y vestirme con unos pantalones negros y una camisa del mismo color.

Tomo el pendrive y salgo de mi habitación con una leve sonrisa en mi rostro, me encamino hacia el despacho. Me encierro allí y me siento frente al ordenador, me coloco mis guantes de cuero y comienzo a escribir en el teclado.

No quiero perder mi tiempo. Quiero jugar.

Hackeo el teléfono del presidente para luego hackear las cámaras de su residencia. Su presencia llega a mi vista, está en el despacho, mirando su ordenador tranquilamente.

—Hola, hola...

Sonrío mirando como teclea rápidamente, fijo mi mirada en mi tercera pantalla y comienzo a escribir un mensaje dirigido hacia él.

Hola... Massimo Di Tella ¿Quieres jugar un juego?

En la segunda pantalla veo como recibe la notificación y enseguida lo mira. Se echa hacia atrás y se concentra en el móvil.

"¿Quién eres y cómo conseguiste este número?"

Me responde. Sonrío un poco y comienzo a escribir nuevamente.

Tic tac... tu tiempo se acaba, si no quieres que tus mayores secretos no sean revelados, tendrás que seguir mis órdenes.

Miro la pantalla nuevamente y veo como ordena a sus guardaespaldas algo que no puedo distinguir. Frunzo el ceño y veo a personas acercarse al presidente.

"¿Qué quieres?"

Vuelve a escribir, me río y comienzo a escribir, demandando que quite a sus hombres del ordenador. Se levanta de la silla en la que está y veo cómo se masajea el cuello. Al parecer ya sabe quién soy. Le pido dinero, como a todos a los que chantajeo.

MI JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora