Fictober 2021 [Genshin Impact x lector/a]

25 [Do you know what time it is?] Jean

—¿Sabes qué hora es?

Tu corazón se encogió dolorosamente al ver a una apenada Klee siendo recibida por una muy enfadada Jean. Sus pequeñas y alargadas orejas élficas se abajaron de forma instantánea al escuchar la voz de la Gran Maestra Intendente. La mujer parecía furibunda, y podías notar el temor plasmado en cada una de las acciones de la niña, y el arrepentimiento teñía sus expresivos y grandes ojos escarlatas.

Por lo general, Lisa, Albedo y Kaeya se encargaban de rescatar a Klee de escenarios así, pero aquella noche, siendo que el cielo ya se había cubierto de un manto oscuro y las estrellas ya resplandecían con gran intensidad, indicando que la mayoría de personas se habían ido a dormir, los tres adultos ya estaban descansando en sus aposentos.

Así pues, Klee estaba totalmente sola, aguantando la rabia de Jean, la cual contenía una bastante notable preocupación. Después de todo, la pequeña había salido de su oficina nada más había desayunado en compañía de la Maestra Intendente, y no había regresado hasta entonces, permaneciendo múltiples horas a solas y sin supervisión alguna.

En cierto modo, comprendías que Jean estuviese tan enfadada con la niña, e incluso tú habías permanecido todo el día a la espera de que ésta regresara. A pesar de eso, la preocupación no había surgido por completo hasta que la pequeña no había hecho ningún acto de presencia a la hora de la cena. Por lo general, siempre regresaba de sus aventuras con algún que otro pescado (incluso si Jean le había prohibido utilizar sus explosivos en el lago), pero en aquella ocasión, parecía que la tierra la había tragado.

Al menos, ahora había vuelto, y no parecía malherida. Quizás sus prendas estaban algo sucias, repletas de tierra, pero su rostro estaba intacto, llegando incluso a la oficina de Jean con una gran sonrisa en su rostro. Fuese lo que fuese que sucediera en las llanuras de Mondstadt, ella parecía haberse divertido, y ese pensamiento caldeaba tu corazón como nunca. Klee era una niña encantadora, y te encantaba saber que disfrutaba de cada una de sus expediciones.

Jean, en cambio, no compartía tu punto de vista. Cruzada de brazos, continuaba esperando a que Klee respondiese a su pregunta.

Tu ansiedad regresó al ver cómo las lagrimas empezaban a acumularse en los orbes escarlatas de la elfa. No parecía tener una buena explicación con la que librarse de la furia creciente de Jean, y tampoco deseaba ser encerrada de nuevo por no obedecerla. A pesar de que tú nunca te encargabas de salvarla de esos escenarios, necesitabas actuar rápido para salvar a Klee de aquel desagradable sermón.

Aprovechando que Jean continuaba frente a la niña, sin prestar atención a sus espaldas, caminaste hacia ella y rodeaste su cintura con tus brazos, notando cómo su cuerpo se tensaba y su mirada se posaba sobre ti. Incluso juraste que sus mejillas se sonrosaron un poco ante la contemplación extrañada de Klee, que aprovechó aquel momento para salir corriendo.

—¡Klee, vuelve aquí! —exclamó la mujer, tratando de deshacerse de tu agarre sin éxito. Como respuesta, tú la agarraste más firmemente, hundiendo tu barbilla en su hombro y disfrutando de la calidez corporal de la Gran Maestra Intendente: el agotamiento se había apoderado de tu cuerpo, y realmente deseabas disfrutar de un buen descanso en compañía de la mujer a la que tanto amabas—. Hey...

—Vamos, Jean —murmuraste, tu voz ahogada por las prendas de su hombro donde ahora reposaba tu rostro—. Klee parecía feliz. ¿Vas a arruinar su felicidad por llegar tarde solo una vez?

—Pero... —trató de replicar la contrario, mirándote con una pequeña y dulce sonrisa instalada en sus labios—. Bueno, supongo que tienes razón. Ella parece habérselo pasado bien. Puedo hacer una excepción, pero solo por hoy.

Sonreíste en respuesta, inhalando el agradable olor de Jean y notando tu corazón acelerarse cuando una de sus manos se posó sobre tu brazo.

—Vayamos a descansar de una vez por todas —murmuró con su sonrisa intacta, notando el efecto que su tacto provocaba en ti—. Ya hablaremos mañana con Klee.