9 [There's no right side to this] Teppei

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[¡Spoilers de la historia de Inazuma!]

No había un lado correcto al que culpar. Aquella situación se había salido de las manos. Los problemas se habían descontrolado, deslizándose entre tus vanas opciones. Ahora, no había vuelta atrás, y la tumba que yacía frente a ti, con un par de dendrobrios descansando en su superficie, lograba respaldar tus sospechas y remarcar el sufrimiento plasmado en tu expresión lúgubre. No sabías cuánto tiempo llevabas sin sonreír como era debido, pero ahora mismo eso daba igual. 

Lo único que importaba eran los uniformes en tus brazos, jamás utilizados, y las lágrimas que derramaban tus ojos heridos. La presión en tu pecho te hacía avanzar de forma lenta, temblorosa e insegura, y tu cuerpo se sentía gélido, notando la ausencia de aquel que hasta ahora había alegrado tus días en Inazuma. 

Aether tampoco se encontraba en mejor condición que tú, con una mano apoyada en tu hombro mientras trataba de relajarse. Pero, ni siquiera el ensalzado guerrero capaz de terminar con la opresión de aquella nación lograba hallar la paz interior tras aquella injusta muerte. 

Por último, Paimon no parecía ella misma, quieta al lado del rubio mientras contemplaba el lugar de reposo del soldado al que tanto aprecio le tenía vuestro grupo, y su semblante era tan sombrío que notaste un escalofrío recorriendo tu cuerpo al vislumbrarla.

En la tumba, la palabra Teppei resaltaba más que ninguna. O mejor dicho, aquel nombre era remarcado junto con una pequeña inscripción de la que se había encargado Aether, agradeciéndole todo lo que había hecho por vosotros en aquel corto pero significativo período de tiempo. Un tierno gesto que el soldado hubiese apreciado de todo corazón. A veces lograbas imaginar su rostro radiante dirigiéndose a ti con una sonrisa amena en sus labios, y cuando eso sucedía, las lágrimas brotaban con mucha más fuerza de tus ojos, empapando tus pestañas y humedeciendo tus enrojecidas mejillas.

La sensación era asfixiante, pero eras incapaz de abandonar aquel lugar. Después de haber ayudado a Aether a detener a los Fatuis, especialmente a La Signora, y haber cambiado el punto de vista de Raiden, habíais decidido regresar a Watatsumi para poder ofrecerle vuestros respetos a Teppei. 

Todavía recordabas su rostro envejecido, cuyas arrugas habían opacado sus hermosas expresiones juveniles, tratando de mantenerse firme a saber de que ya estaba a punto de morir sin poder hacer nada para evitarlo. A pesar de sus fuertes ambiciones por las que deseaba luchar, ningún dios le había reconocido, y aquella había sido su verdadera perdición.

Si tan solo un simple arconte hubiese reconocido su fuerza, sus esperanzas y su gran voluntad, ahora mismo él no se hallaría bajo tierra, habiéndose convertido en un difunto más de aquella larga pero finalizada guerra, sino que se encontraría a vuestro lado, celebrando por todo lo alto la victoria del ejército de la resistencia. 

Tal vez, en ese caso, podrías haber encontrado la fuerza necesaria para confesarle tus sentimientos, aquellos que a pesar de haber florecido en tan poco tiempo, habían brotado en tu pecho con honestidad. Él era todo lo que deseabas tener en un compañero, y ahora...

Ahora se había ido. No había nada que pudieras hacer para revertir el tiempo. De haber un método, lo hubieses intentado hacía tiempo. Pero las consecuencias de aquel conflicto destrozarían por mucho tiempo tu corazón, y tu único consuelo era la compañía de Aether y de Paimon. Ellos compartían tu dolor y, juntos, habíais podido vengar a Teppei al derrotar a La Signora en el interior del Tenshukaku.  Sin ellos dos, serías incapaz de aguantar el agónico dolor en tu pecho cada vez que rememorabas al soldado.

—¿Quién es el verdadero culpable de esto? —preguntaste al aire.

Arrodillándote frente a la tumba y uniendo tus manos en una corta oración, deseaste que, al menos, Teppei hubiese muerto con el conocimiento de que había sido verdaderamente importante para definir el destino de aquella nación. De haberlo hecho, debía haber fallecido con alivio en su pecho, y eso lograba aligerar un poco el sentimiento dañino que te embargaba con tanta potencia y enfriaba tus sentidos.

—Los Fatui fueron quienes repartieron los engaños y alentaron a la Shogun a continuar con el decreto de captura. La Shogun Raiden, en vez de detener este caos, permitió que todo se descontrolara aún más. Y los arcontes... Ninguno de ellos fue capaz de darle una visión a Teppei, ni siquiera en su lecho de muerte. ¿A quién deberíamos culpar? ¿Quién es su verdadero verdugo?

Aether te miró con lástima en los ojos, lagrimeando él también. Una sensación agridulce colmó tus sentidos cuando posaste los uniformes en la tumba: le hubiese sentado de maravilla al soldado. Combinar aquellas prendas con él hubiese sido un sueño hecho realidad, pero ahora sería simplemente imposible de realizar.

—No hay un lado correcto en esto —respondió Aether unos segundos después, arrodillándose a tu lado y también uniendo sus manos en un rezo entristecido—. Nadie esperaba que las cosas fuesen a terminar así, mucho menos Teppei. Pero... Estoy seguro de que él no desearía que le guardáramos rencor a nadie. Él querría que continuáramos luchando por lo que es justo y que siempre le recordemos en nuestros corazones.

Sus palabras fueron certeras, y tu rostro esbozó una sonrisa de ligera esperanza plasmada en tus comisuras. Quizás sería difícil los primeros días, pero necesitabas superar la partida de Teppei y utilizar aquella corta pero hermosa amistad para continuar luchando por lo que Aether, Paimon y tú pensabais que era correcto. 

Tan solo de esa forma podrías llegar a cumplir con la voluntad y legado del soldado que había robado tu corazón, y harías todo lo necesario para hacerle sentir orgulloso a pesar de que ya no se encontraba a tu lado.

Fictober 2021  [Genshin Impact x lector/a]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora