5 [I'm not saying I told you so...] Bennett

4K 168 5
                                    

Tu respiración era errática, y el sudor caía como una lluvia torrencial por tu rostro. No solo habías estado corriendo por más de media hora, sino que hacía un calor digno del mismo infierno. En realidad, te cuestionabas si no habrías llegado ya a ese lugar tras la adrenalina que te había tocado vivir. Necesitabas hablar con sinceridad: no comprendías cómo seguías con vida. El chico a tu lado parecía igual de atónito, sujetando su pecho con su mano enguantada y boqueando para obtener algo de oxígeno. Parecía estar al borde de un colapso.

Una de tus manos viajó hacia la suya que continuaba libre y entrelazaste sus dedos con los tuyos. Necesitabas relajarlo. Ya había pasado por demasiado, y comenzabas a entristecerte por su expresión desolada. Lo único que él quería hacer era entretenerte en una de sus aventuras, y a pesar de todas las precauciones tomadas durante el transcurso de la mañana, todo terminó en un gran descontrol. Los rumores que corrían acerca de él describían perfectamente a su fama de aventurero desventurado, y cada vez que salía del gremio sus compañeros encontraban nuevas razones para abandonarlo.

Ahora, Bennett estaba solo de nuevo, y tú eras la única persona que había decidido acompañarlo a otro viaje a pesar de las advertencias que el propio muchacho te había repetido una y otra vez. A pesar de que te habías unido al gremio hacía unas solas semanas, lo conocías desde hacía tiempo. Llevarse bien con ese joven no era complicado: era alegre, optimista (a pesar de las cosas por las que tenía que pasar casi a diario) y un compañero excepcional. Por eso mismo te uniste al Gremio de Aventureros de Mondstadt. Querías unirte a su equipo y demostrarle que no todo debía ser tan malo como lo parecía.

Tristemente, ni siquiera tus precauciones y preparativos pudieron librarse de su desdicha.

—No estoy diciendo que te lo dije... —Bennett comenzó a hablar. Sus ojos verdes se clavaron en el suelo, y parecía haberse recuperado de su cansancio físico, más no de su cansancio emocional—. Pero no deberías haber venido conmigo. Podrías haber muerto, y yo no... Yo no podría vivir conmigo mismo si eso sucediese.

Tus dedos acariciaron sus nudillos con ternura. Querías decirle que no importaba, pero eso sería mentirle directamente. Era obvio que no querías morir, pero tampoco deseabas (o podías) abandonarlo. Él era tu amigo, y merecía mucho más que integrantes que le dejaban solo al primer día de unirse a él. Su espíritu aventurero era envidiable, y merecía encontrar los tesoros más valiosos de las siete naciones y un equipo en condiciones.

Tú no ibas a impedir que aquello pudiese hacerse realidad. Incluso con el temor de que cada aventura pudiese implicar la muerte de uno de vosotros, te negabas a aventurarte a solas. 

—Lo sé. Y tú también podrías haber muerto —te limitaste a responder, mirando al cielo. Después de que Bennett y tú llegaseis accidentalmente a un escondrijo de Hilichurls y haber tenido que huir esquivando flechas, tenías el presentimiento de que no ibais a aventuraros por un largo período de tiempo: en especial, por la flecha que había rozado el tobillo del joven a tu lado—. Esa flecha podría haberse clavado en algún músculo, Bennett. No te preocupes por mí y preocúpate por ti.

—Pero, de no ser por mí, nada de esto hubiese sucedido en primer lugar —susurró él, dirigiendo su mirada a la herida que habías implicado. Ahora, con la hemorragia detenida, podías ver un pedazo de piel rasgada y llena de grumos de sangre seca—. Si tan solo hubieses ido a explorar junto con Fischl, probablemente hubieses encontrado un tesoro y...

Detuviste sus palabras con un chasquido de lengua. Estaba yéndose por las ramas, culpabilizándose una vez más. Odiabas que hablase tan mal de sí mismo por algo que él era incapaz de controlar. El pobre muchacho temía que le odiasen, pero tú querías hacerle ver que no le tenías ningún rencor por lo ocurrido.

Con un gesto rápido, deshiciste tu agarre de su mano y te agachaste junto a su pierna malherida. A pesar de lo que hubiese provocado la posibilidad de que la flecha penetrase su piel por completo, la herida no tardaría en curarse si era tratada adecuadamente. Entre toda la mala suerte que te había acompañado aquel día, continuaba habiendo un pequeño rayo de esperanza. Era imposible que Bennett estuviese condenado a vivir por el resto de su vida en un flujo constante de desgracias, y querías verle progresar en su vida como aventurero. Querías que se deshiciera de aquello que todo el mundo llamaba 'maldición' y oír su nombre como un símbolo de esperanza en todo Mondstadt.

Confiabas en ese joven más de lo que confiabas en ti, y si eso hacía que cada una de vuestras aventuras os hiciese rozar la muerte, aguantarías ese riesgo.

Bennett permaneció inmóvil, sintiendo cómo tus manos vendaban su pierna. Afortunadamente, entre todos los suministros que habías tomado antes de salir de casa, había un par de vendajes lo suficientemente gruesos para impedir que esa herida sangrase una vez más.

—Voy a seguir acompañándote, Bennett. Sé que me quieres proteger de tu mala suerte, ¿pero quién te protegerá a ti en una posible situación letal? —preguntaste, terminando de entrelazar ambos vendajes y alejándote del chico. Él te contemplaba con los ojos cristalizados, como si no pudiese creerse tus palabras. Incluso, en un momento, notaste que movía sus brazos hacia adelante, un pequeño gesto que fuiste incapaz de ignorar, como si desease abrazarte.

—Nadie —respondió él, entendiendo tu punto—, pero tengo mi espada, y la comida que me prepara Bárbara. Me las ingeniaré solo. No quiero que te ocurra nada malo por mi culpa.

—Y yo no quiero que te pase nada malo por no acompañarte —renegaste, volviendo a su altura y rodeando uno de sus hombros con camaradería—. Así que ni se te ocurra disolver nuestro equipo, ¿me has escuchado? Voy a protegerte... Y a cambio, dejaré que tú me protejas a mí.

Él se fundió ante tu toque, y antes de que pudiese decir algo más, te uniste en un abrazo con él. Ahora mismo, se lo merecía más que nadie en el mundo. 

Fictober 2021  [Genshin Impact x lector/a]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora