Capitulo 1

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¡HAY UN PROLOGO ANTES!

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¡HAY UN PROLOGO ANTES!

LETTENY

Siempre habían dicho que era muy reservada, pero cuando le agarraba confianza a alguien podía cambiar de actitud repentinamente como si le hablaran a otra persona, pero seguía siendo ella. Seguía siendo Letteny una chica que sabía en donde se metía y aun así decidió cavar su propio hoyo, justo ahora.

Empezó viéndolo como cualquier persona que se le cruzaba. Siguiendo cada acción que hacía, luego espiándolo por las rendijas de su ventana esperando que saliera de la casa en donde vivía, lo raro era que nunca salía de ahí excepto en las mañanas para la escuela donde Letteny aprovechaba en darle una ojeada en cada receso de tiempo, como ahora mirando como se metía el tenedor en la boca desinteresado en el mundo que lo rodeaba.

—Dicen que viene de un orfanato —la voz a un lado de ella se aclara, era nueva nunca la había escuchado antes. Desprende su vista del chico para pegarla en la nueva voz— lo siento. Me llamo Axel y soy un nuevo ingresado.

Frunce el ceño desconcertada, ¿un estudiante nuevo? Nunca había pasado eso, no aquí. No que recuerde.

—Puedo sentarme? —ella aún parece estar desconcertada, pero luego asiente mirando el asiento desocupado— Es un chico extraño no?

—Es... particular.

—Siempre lo miras, así?

—Así? —cuestiona extrañada.

—Sí. Así como si quisieras acercártele —dejo de comer para mirarlo un segundo.

—Es particular.

—Para mí es extraño. Llevo dos días en este lugar y ya siento esa vibra mala... —confiesa llevándose su jugo a la boca, señalando al chico.

—Dos días?

—Me mudé ayer, me pase todo el día sacando cajas de la mudanza y luego cuando lo vi cruzando la alazera de al frente, decidí saludarlo, pero no me hizo caso, parecía apurado. Miraba a ambos lado como si desconfiara de la gente.

—Bueno él es un poco...

—Extraño.

—No lo es. Es particular.

—Ya lo dijiste tres veces.

—Y tú dijiste que es extraño más de dos —lo acusa enarcando una ceja en su dirección, su cara debía de ser graciosa para el chico que comienza a reír escupiendo el contenido de su boca, desagradable pero chistoso.

—IU!!

—Lo siento, tú tienes la culpa, quien pone esa cara delante de alguien que está comiendo.

Bien, debía dejar de hacer eso en su cara se le veía graciosa, su padre ya se lo había comentado en una cena que tuvieron muy profunda sobre la sexualidad... no iba a tomarlo en cuenta, durante sus diecisiete años nunca había tenido novio o pretendiente.

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