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Ahora tenía que decir adiós. Siempre me costaba hacerlo, con mi papá, con la abuela, incluso con mamá, era difícil dejar ir a la gente que quería. Harry y Tom se irían hoy, lo había recuperado y ahora se no lo vería por dos meses. Todos se estaban despidiendo, Gaia se iba a Los Ángeles, Rams a New York. Sam, Harrison y Nadir se quedaban van aquí y yo me iba a San Diego.
—Ya me tengo que ir—dijo Harry acercando a mi.
Baje la mirada, no quería verlo porque si lo hacía iba a llorar, sentí sus brazos alrededor de mi.
—No quiero que te vayas.
—Yo tampoco quiero irme pero debo hacerlo.
—Harry la última vez que estuvimos lejos...
—Se como terminaron las cosas pero esta vez es diferente.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
Levante mi cabeza para mirarlo, se veía casando pero aún se veía guapo, sus labios hicieron contacto con los míos, podía derretirme con su toque, puso sus manos alrededor de mi cintura y yo llevé mis manos a su cabello. Ambos nos separamos con una sonrisa.
—Te quiero Ava.
—Yo también Harry, mucho.
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Llegamos a Atlanta, le había mandando un mensaje a Avalon que ya había llegado, no tenía ni un día lejos de ella y ya la extrañaba. Esto sería más difícil.
—¿La extrañas verdad? —dijo Tom sentándose a lado de mi.
—Si, Tom no sé si estoy vaya a funcionar, la quiero pero y si ¿vuelve a pasar?
—Harry, ella te quiere y ambos pueden con esto. Solo serán dos meses.
—Si, solo dos meses.
—Hey—dijo Imogen — Los Russo quieren verte Tom, vas a leer el guion.
El nos miró ambos y salió de la habitación. Imogen había llegado ayer y ahora estaría con nosotros por dos meses , no estaba seguro si esto saldría bien.
