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8 años después
Ha pasado tanto tiempo desde aquel día en el puente, aun recuerdo cuando lo abrace, todo el mundo se detuvo y solo quedábamos nosotros; seis meses después nos casábamos en Australia, por fin estábamos juntos y esta vez para siempre, merecíamos ser feliz.
Despertar a su lado todos los días era el mejor regalo, tenía su brazo alrededor de mi aferrándose a no dejarme; todas las mañana lo miro dormir, sus rizos cayendo por su frente en paz y armonía lo que Harry nunca es; acaricio su cabello hasta que el despierta y me miro con ese brillo en los ojos que no ha desaparecido desde el día que lo conocí.
—Buenos días—sonrió.
—Buenos días cariño.
El se acerco a mi para abrazarme contra su pecho; sentía su corazón latir y su respiración.
—No quiero levantarme, quiero quedarme aquí.
—Eres un productor de Sony, necesitas irte.
—No—me aferro más el.
—Harry.... yo tengo que grabar algunas cosas para las canciones.
El se quejo se alejo de mi, paso sus manos por cara y se levanto sin antes darme un corto beso.
—¿Sabias que los niños quieren pasar navidad en Londres?—dijo Harry desde el otro lado de la habitación; en el baño .
—Si, pero no estoy segura, sabes que es difícil conseguir vuelos, aunque extraño Londres.
—Yo también pero por eso le pedí a tomo que me comprará vuelos antes—dijo saliendo— nos iremos mañana.
—¡Eso es excelente amor! Los niños se pondrán felices.
Se acerco a mi y me volvió besar, lo tome del cuello de su pijama y lo atraje hacía a mi profundizando el beso.
—Me vuelves loco—dijo separándose.
—Y tu a mi
Quise volver a besarlo pero la puerta se abrió dejando a ver a mis dos hijos; Rosie y Robert, ambos eran mellizos; Rosie tenia el cabello pelirrojo y Robert castaño; pero tenían los rizos de su padre, Robert tenía los ojos de Harry y Rosie los míos
—¡Mami! ¡Papi! ¡tenemos hambre!—dijo Robert.
—¿Queremos Waffles!
—Ahorita le diré a Lucia que se los prepare—respondí.
—Pero los queremos como los hace tío Sam—dijo Rosie.
—Eso no se podrá—respondió— Lucia no sabe cocinar como su tío.
