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2014
Llegue corriendo a casa de los Holland, empecé a tocar el timbre desesperada como si mi vida dependiera de ello, escuche unos pasos y a minutos que parecieron horas Sam había abierto la puerta. Me miro preocupado y asustado.
—¿Avalon estas bien?
Ni si quiera podía hablar, sentía que me ahogaba con mis lagrimas.
—¡Mamá!
La señora Holland, salió de la cocina y se acerco a mi preocupada; se acerco a ambos.
—¿Qué pasa Cariño?
Lo único que hice fue abrazarla mientras lloraba, no quería irme y dejar a mis amigos, eran mi segunda familia.
—A ver, respira, tranquila. Ven siéntate. Sam llama a Tom que vaya por Harry al entrenamiento.
El pecoso asintió y corrío hacia su habitación mientras yo intentaba tranquilizarme, Nikki acariciaba mi espalda y poco a poco mi respiración iba tranquilizándose. No se cuanto tiempo pero la puerta se abrió de golpe, ni si quiera me gire para saber quien era; unos brazos me rodearon y me atrajeron hacia el, por su puesto que sabía quien era.
—¿Qué paso? ¿estas bien? Tom paso por mi antes que se acabara el entrenamiento.
Mire al mayor de los Holland el cual también parecía preocupado.
—Te... Tengo que decirles algo.
—¿Qué paso Avalon? Me estas preocupando.
—Mamá ya no puede pagar la casa ni nada, estamos sin dinero y... la mejor decisión es irnos. Vamos a vender la casa de la abuela e irnos a Los Angeles.
Sentía como me abrazaba más fuerte, el tampoco quería que me fuera.
—Quédate con nosotros—lo mire confundida— Mamá, por favor deja que se quede a vivir aquí—dijo ella mirándola.
—Cariño Avalon tiene una madre y los niños menores de edad deben quedarse con sus padres o tutores.
—Tu mamá tiene razón, la mía me necesita, estaremos bien Harry.
El me dio un corto beso en la frente y me volvió abrazar.
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