𝐅𝐨𝐮𝐫𝐭𝐲 𝐅𝐨𝐮𝐫: 𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐬 𝐭𝐨 𝐭𝐡𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐥𝐢𝐭𝐲

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Era hora volver a nuestra normalidad, no quería pero tarde o temprano teníamos que enfrentar nuestros peores miedos; Harry tenía su mano entrelazada con la mía mientras conducía a la casa de sus padres, habíamos volado a Londres para una reunión q...

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Era hora volver a nuestra normalidad, no quería pero tarde o temprano teníamos que enfrentar nuestros peores miedos; Harry tenía su mano entrelazada con la mía mientras conducía a la casa de sus padres, habíamos volado a Londres para una reunión que organizo el; me solté de su agarre y salí por el techo del auto, el aire golpeaba mi cara; solo cerré los ojos disfrutándolo, sonreí y comencé a gritar haciendo que Harry se asustara.

—¿Avalon que haces ahí?

—¡Tu sigue conduciendo— abrí los brazos, esta vez con los ojos abiertos, tenía una sonrisa en la cara mientras seguía gritando de felicidad.

—Esta es una de las razones por las que terminamos ¡AVALÓN SIENTANTE NOS VAN ARRESTAR!

Reí al verlo tan nervioso; volví al asiento y entre lace su mano de nuevo con la mía; el suspiro y me beso los nudillos mientras conducía.

—Me encanta como te ves como mi sudadera.

—Bueno a partir de ahora es mía.

—Todo lo que es mío, es tuyo cariño.

Sonreí y seguí mirando el paisaje, todo se veía hermoso. Como si mi felicidad dependiera de como se ven los arboles y el cielo; tener a Harry de nuevo me hacía tan bien.

—Hemos llegado—Harry detuvo el auto enfrente de la casa de sus padres.

—Estoy nerviosa ¿y si huimos?

—No, tuvimos un viaje muy largo en el avión y después en el carro.

Me queje y ambos bajamos del auto; mientras Harry bajaba nuestras maletas, recorrí con mi vista todo el lugar, recordando momentos que pase en aquella casa. Tom persiguiéndome con una rana seca, Harry intentando detenerlo y yo huyendo haciendo que a cayera, tuve un esguince 15 días, sonreí al recordarlo.

—¿Estas bien?

—No me había dado cuenta de los bellos momentos que pase aquí—me gire a verlo.

—La primera vez que te bese fue justo aquí ¿recuerdas?

—Como olvidarlo, prácticamente me gritaste que me querías y yo te bese.

—Desde ese día amo tus besos.

—¿Y a mi?

—También.

Nos íbamos a besar cuando llego Nikki, haciendo que ambos nos separáramos.

—¡Por fin llegaron!

Harry se quejo y yo me acerque para abrazarla.

—Pensé que no llegarían para la cena en el restaurante.

—¿Cena?

—No le dijiste Harry.

—No, se me olvido—dijo el.

𝚁𝚊𝚖é; 𝙷𝚊𝚛𝚛𝚢 𝙷𝚘𝚕𝚕𝚊𝚗𝚍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora