DESIRE.
❛ QUIERO QUE ME
QUIERAS OTRA VEZ ❜
Con un regreso placentero vienen consecuencias desagradables para Isabelle Nightly mientras ayuda a sus amigos a luchar por la supervivencia.
¿Mencionó ella que su vecino...
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(desire, fifteen ) currents
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Después del accidente automovilístico absoluto que fue el tablero Ouija (Elle totalmente no estaba meciendo una mirada de 'te lo dije' hacia Stiles que puso los ojos juguetonamente de nuevo a ella), la siguiente idea de Stiles fue sacar un juego de llaves.
Las balanceó frente a Lydia mientras ella y su mejor amiga lo miraban como si fuera un idiota. —Estas son las llaves de Deaton de la Clínica. Cierra los ojos. Las pondré en tu mano y tú tratarás de sentir su ubicación. Se llama psicometría.
Lydia enarcó una ceja. —No soy psíquica.
—¡Eres algo! —Stiles gritó, frustrado por su actitud poco cooperativa—. Inténtalo, ¿de acuerdo?
Lydia cerró los ojos y le tendió la mano. Stiles colocó las llaves en su palma. —Oh —Ella jadeó tan pronto como las tocó.
—¿Qué? —Preguntó Stiles, emocionado.
Lydia se encogió de hombros, jugando con ellas en sus manos. —Están frías.
Stiles arrugó la cara con molestia, se palmeó la cara y luego respiró hondo. —Lydia, concéntrate. Intentando salvar vidas —Cerró los ojos de nuevo y envolvió sus dedos sobre las llaves, frunciendo el ceño en concentración—. ¿Qué ves?
Después de un momento, abrió los ojos y negó con la cabeza. —Nada. Absolutamente nada —Ella exhaló, ahora molesta consigo misma.
* * *
Stiles levantó un simple lápiz número dos. —¿Escritura automática? —Adivinó Elle.
Stiles asintió. Escéptica, Lydia tomó el lápiz y presionó la punta contra una hoja de papel. Elle, Cora y Stiles miraron por encima de sus hombros, observándola dibujar. —¿Qué diablos es eso? —Preguntó Stiles.
—Un árbol —Lydia respondió simplemente. Ella sonrió a un árbol sin hojas hábilmente dibujado.
—Es muy bueno —Añadió Elle, con los labios fruncidos.
Stiles miró boquiabierto a la rubia antes de volverse hacia Lydia. —Se supone que debes escribir palabras. Como una ubicación. Algo que nos diga dónde está.
Lydia siguió dibujando. —Quizás deberías haber dicho eso.
Cora se burló de la pelirroja y le envió una mirada a la rubia que estaba a su lado. Se inclinó más cerca de Stiles una vez más para susurrarle al oído. —¿No se supone que estas chicas son una especie de genios?
