Capitulo 10.

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Capitulo 10.

Odiosa distancia.

Amelia Miller.

Esa noche pude dormir como una bebita, sentía un peso menos en mis hombros. Aunque no me lo podía sacar de la cabeza, su olor se quedó en mi ropa, y me encanta como huele. Bueno eso ultimo sonó bastante raro, pero es cierto. Quería que me volviera abrazar y sentir su calidez de vuelta, quería sentir que...

—Oye bella durmiente, papa pregunta que quieres desayunar.

Teo entro en mi habitación haciendo que vuelva a la realidad y deje de pensar en el chico de acento extraño y ojos cálidos. Lo mire mal por entrar sin tocar, es que, ¿no hay privacidad en esta casa?

—¿Podrías al menos tocar la puerta? — lo regañe haciendo que el levante una ceja curioso.

—Y eso por qué? Tu casi nunca tocas, al entrar a mi habitación.

Touche.

—Porque... soy tu hermana mayor.

—Pirqie siy ti hirmini miyir —hace una muy mala imitación mía

Ni tan mala diría yo.

Mateo y yo discutimos un rato más, hasta que le tiro una almohada y se va a quejar con mama. Claramente voy corriendo detrás de él, para negarme a lo que va a decir. Pero ambos nos frenamos en seco cuando vemos a mama y papa en la cocina. El ultimo esta con el ceño fruncido demasiado serio, nunca en mi corta vida había visto a papa mirar de esa manera tan fría a mama. Ella esta seria, lo mira como si... como si, esperen yo he visto esa mirada.

Es la que usa cuando esta decepcionada y triste. Pero ¿porque estaría decepcionada de papa? No tiene sentido a menos que... No no creo eso es imposible el no haría eso, el no.

Nunca digas nunca.

¿Puedes dejar tus frases de Pinterest un momento? ¿No ves que esto es serio?

Vale, no estas de humor.

Mateo me mira en confundido y sé que esta igual o peor de confundido que yo, le dedico una mirada de yo tampoco sé que pasa. Pasan unos segundos y ambos se dan cuenta de nuestra presencia en la puerta de la cocina. Papa carraspea la garganta y se esfuerza por cambiar de expresión por una sonrisa, pero esta no le llega a los ojos.

Mama por su lado, nos mira y vuelve a mirar a papa. Tarda un poco más en cambiar su expresión hasta que se dirige a la nevera a sacar algo.

—¿Y bien que quieren desayunar pequeños? — pregunta papa alzando a mateo

—¿Panqueques? —hago un intento por alivianar el ambiente 

Mi hermano menor enseguida vuelve a su buen estado de ánimo olvidando lo que acaba de pasar. Bien al menos sirvió para distraerlo un poco. Entre los tres empezamos a hacer la mescla de estos mientras mama hace su jugo de frutilla con leche. Termino de hacer mi parte y me voy con mama, la cual está demasiado perdida en sí misma.

Cuando hago un ademan de ayudarla, reacciona me pide que yo haga el jugo mientras va al baño. Media hora más tarde el desayuno está servido, estamos los cuatro en la mesa y cereales en los pies de Teo.

Es increíble como esos dos son inseparables.

Al principio el ambiente es un poco denso, pero entre Teo y yo lo solucionamos cuando nos ponemos a hablar del nuevo colegio y compañeros. Ambos les contamos como nos fue, que nos pareció y todo eso. A ratos ellos cuentan una pequeña historia sobre cómo eran cuando tenían nuestra edad. Cuando ya todos terminamos, mama se encarga de levantar la mesa, papa y mateo se van al sillón a jugar, mientras yo acomodo un poco y recojo lo que hizo Cereales en el patio.

Caducamos En MarzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora