¡Embarazados!

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Un mes había pasado desde que Jin GuangYao se había aparecido en el restaurante para pedirle disculpas, también hace un mes habían iniciado su vida sexual nuevamente y haciéndolo todo el día.

—No podrás disfrutar de tus hijos, ¿cómo vas a correr?

—¿De que mierda hablas?

—Tus caderas, como podrás correr junto a ellos si Lan XiChen juega con ellas —negó con la cabeza mientras aguantaba la risa.

—¡Cállate idiota! —le lanzó una almohada—. Además tú que sabes...

—¿Yo? Yo no sé nada —alzó los hombros—. Pero al verte caminar como bambi recién nacido te puedes dar cuenta de que te dieron como cajón que no cierra.

—Lo dice quien caminaba así en la mañana, dime ¿que hacías en el cuarto de WangJi? —le dio una sonrisa.

—¿D-De que hablas?

—HuaiSang, esta mañana te fui a buscar a tu habitación pero da la casualidad de que no te encontré ahí, qué raro.

—Bueno, verás yo estaba en...

—Después iba a irme a mi habitación cuando te vi saliendo de la habitación de WangJi —se acercó hacia él—. ¿Sabes que noté?

—¿Qué?

—Que caminabas como bambi recién nacido —soltó una risa de burla.

Nie HuaiSang abrió su abanico y no dijo nada más, en el tiempo que había estado en la mansión Lan no había estado durmiendo en la habitación que le habían dado ya que siempre estaba en la habitación del segundo Jade.

—Es más que obvio que los dos tienen algo, ¿para que ocultarlo?

—No lo ocultamos, simplemente no necesitamos decírselo a todo el mundo —se dio cuenta de la revelación que había hecho—. B-Bueno si tuviéramos algo nosotros no... —lo miro—. ¿Cómo hiciste eso?

—¿Hacer que? Que tú boca no pueda detenerse al hablar no es mi problema, solo es técnica —volvió a reírse en forma de burla.

Los dos se quedaron callados durante un tiempo, cada uno en sus diferentes pensamientos hasta que Nie HuaiSang volvió hablar primero.

—Te faltan tres meses más —miro su estómago con una sonrisa—. Sería una lástima.

—¿Qué sería una lástima?

—Llevarlos nueve meses para que salgan iguales a XiChen, tendrías tres mini copias suyas —volvió a reír en modo de burla—. Aunque serían muy guapos no voy a negar eso.

Jiang Cheng podía sentir un tic en su ojo. —Estás diciendo, ¿que no soy guapo?

—No, nunca dije eso, si ellos tienen tu belleza serían inigualables.

—Deja de hablar estupideces HuaiSang —se levantó.

—No son estupideces, la belleza de los Lan es pura, es amable pero tu... —lo miro de pies a cabeza—. Tu belleza es filosa, caótica, eres perfecto, tu cuerpo esbelto, tu gran trase... —miro la cara del Jiang—, eres único en tu clase ya veo porque Liu...¡Oye!

—¡Deja de hablar de eso! —sentías sus mejillas color rosa al escuchar como HuaiSang hablaba de su "belleza."

Jiang Cheng camino de nuevo hacia su habitación, le dolía la espalda y quería ver si el mayor estaba arriba ya que había estado revisando algunos documentos. Al llegar a la habitación pudo ver como la puerta de Lan WangJi estaba abierta y escuchaba la voz de XiChen iba a ignorarlos cuando algo llamó su atención.