¡Embarazados!

| 18- Final |

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Otro mes había pasado, Jiang Cheng había engordado demasiado pero nadie había mencionado su gran cambio ya que el menor estaba muy sensible y solo quería estar al lado del mayor pero este había tenido otros planes completamente diferentes.

—HuaiSang, ¿donde esta A-Huan? —miro a su tío y al Nie—. Ha estado saliendo todas las mañana sin avisarme a donde va —se tocó el estómago.

—No lo sé —alzó los hombros—. WangJi también ha estado saliendo con él pero no tengo ni idea.

—Dijeron que tenían que arreglar papeles de la empresa, no tienes porque preocuparte A-Cheng —Lan Qiren intentó que ya no preguntara más—. Volverán pronto.

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—¿Por qué tengo que hacer esto? —MingJue puso su mano para taparse del sol.

—Quiero hacer algo especial para A-Cheng —XiChen lo miro con su preciosa sonrisa.

—¿Por qué con nosotros? Además que hace el aquí —MingJue miro al enano.

—Cállate maldito mastodonte, si no estuviera aquí, ¿quien les enseñaría el baile?

—Podríamos pedirle a alguien más que lo haga —bufo.

—Hermano... —WangJi en serio no quería bailar pero no sabía cómo decirle a su hermano.

Lan XiChen miró a Nie MingJue y a Lan WangJi.

—Se que ninguno de ustedes baila, ni siquiera yo bailo —sonrió—. Pero quiero hacer algo especial para mí A-Cheng y en serio te agradezco GuangYao que nos ayudes.

—No hay que agradecer XiChen lo hago porque en realidad es un lindo detalle para WanYin —sonrió.

—Aunque estaríamos mejor sin ti —susurró MingJue al lado de WangJi.

—Estaríamos mejor si alguien se aprendiera el baile.

—Ven y hazlo tú si eres tan bueno —bufo—. Hazlo, Hazlo.

Jin GuangYao puso la música y empezó a mostrarles cuáles eran los pasos.

—Es sencillo, solo síganme —empezó a mostrarles los pasos repetidamente.

Lan WangJi estaba agarrando el paso pero se confundía cuando tenía que cruzar los brazos, Nie MingJue no entendía ni...y Lan XiChen era el que más se estaba esforzando para aprenderse el baile.

—Será un largo día... —susurró el Jin para el—. ¡Otra vez!

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Jiang Cheng estaba preocupado de que Lan Huan estuviera saliendo todos los días y que no le dijera, confiaba en él mayor pero le preocupaba que algo estuviera mal.

—¿Cuándo volveremos a verlo? —preguntó WangJi cuando entraron a la casa.

—Lo veré pasado mañana necesito hablar con él sobre unas cosas —XiChen sonrió.

—¿A-Huan? —hablo Jiang Cheng cuando escuchó a los Jades hablar.

—A-Cheng —sonrió y se acercó hacia él para tomarlo en sus brazos y llenar su rostro de besos—. ¿Cómo estas? ¿Te sientes bien?

—Te extrañe —se acurrucó en su pecho—. Me siento bien.

—Yo también te extrañe mi amor, perdón por tener que salir mucho.

Lan WangJi decidió dejarlos solos y empezó a caminar, pero sentía que sus piernas dolían.

—WangJi, ¿estás bien? —preguntó Jiang Cheng.