02 | Hermanos Mitsuya

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Cae la lluvia, un chico rubio que no conozco está llorando; tres personas más están ahí y dos de ellas están cubiertas de sangre

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Cae la lluvia, un chico rubio que no conozco está llorando; tres personas más están ahí y dos de ellas están cubiertas de sangre. Me moví entre las cobijas al no soportar más el sudor. Disparos, mafia, ¿ese es Hiroshi? No recuerdo que más pasaba, la mayor parte del sueño se desvaneció cuando desperté. Sólo espero que no sea verdad lo que dicen sobre que tus sueños son tus otras vidas.

Da igual. Me quedé unos minutos más para despabilarme; chequé la hora y al parecer desperté más temprano de lo habitual. Me tapé con las cobijas y cerré los ojos, pensando en lo que haría hoy. ¿Saldré con los chicos o me quedaré en casa?

Escuché dos pares que corrían por el pasillo, parece que mis hermanas ya están despiertas. Conté hasta tres para que entraran a mi habitación y se lanzaran sobre mí, pero no esperaba que mi mellizo fuera el que cayera sobre mí, siendo seguido por Mana y Luna.

— ¡Keiko, Keiko! — gritaban con sus voces chillonas. Esto pasa todas las mañanas y que lo hagan es más que suficiente para que el día comience bien.

Pero en el caso de Takashi...

— Ya es hora, Kei. — susurró mientras bajaba un poco las cobijas para dejar caricias en mi cabeza. — Mamá se fue hace unos minutos pero dejó listo el desayuno. Te esperamos ¿bien? — asentí, a lo que dejó un beso en mi frente antes de salir de la habitación, siendo seguido por mis hermanas.

Takashi Mitsuya, el hermano mayor y mi mellizo, siendo la diferencia de edad por sólo unas cuantas horas. Mamá nos contó que al principio del embarazo les había dicho que esperaban sólo a un hijo, pero que meses después, en una de las ecografías, notaron que seríamos dos. También nos contó que nuestro hermano mayor se emocionó por eso ya que dejaría de ser hijo único.

Años después nacieron Luna y Mana, teniendo ya siete y cinco años. Mamá es contadora y casi no pasa tiempo en casa porque trabaja horas extras, así que Takashi y yo cuidamos de nuestras hermanas. Y sobre nuestro padre... ¿quién necesita a uno?

Me estiré una última vez para ya levantarme de la cama. Si por mi fuera, me quedaría acostada todo el día, pero tengo responsabilidades que claramente no quiero cumplir. Me asee y me coloqué el uniforme de la escuela, acercándome al pequeño espejo de la pared para ver que todo estuviera bien acomodado.

— Mi cabello está hecho una mierda por el tinte. — noté cómo las raíces negras de mi cabello estaban apareciendo de nuevo. — Le diré a Takashi que me lo arregle cuando regresemos de la escuela.

Me dirigí a la cocina, mirando a Takashi, quien me da la espalda mientras sirve el desayuno. Está tan concentrado que no notó mi presencia. Contemplé su perfil, en especial sus largas pestañas; sigo sin entender cómo es que no tiene novia si es el chico con el que todos quieren estar. Pero también es un idiota que logra esconder muy bien sus sentimientos.

— Ya está servido, Kei. — se dio la vuelta, mirándome fijamente para que me sentara a comer. — Hoy te toca llevar a loas niñas a la escuela, pero tengo la ligera sospecha de que no podrás recogerlas. ¿Saldrás con los chicos?

𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓 𝐎𝐅 𝐓𝐈𝐌𝐄 | 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora