En las esquinas sombrías del pasado, donde el tiempo se entrelaza con las decisiones que dan forma al destino, Takemichi Hanagaki se sumerge en un viaje desesperado. Su misión: desafiar las leyes del tiempo y cambiar un pasado manchado por la traged...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡Lo siento! Parece que lo malinterpreté todo. — Hina se disculpó, arrepentida por la cachetada que le dio a Mikey.
— No te preocupes, aunque esa fue una buena cachetada. — el rubio puso una mano en su mejilla, demostrando que realmente le dolió. — No es malo defender a quién quieres, pero no cometas locuras. Si te metes con quien no debes podrías acabar mal.
— ¡Sí! — respondió entusiasmada la castaña, despidiéndose de Takemichi antes de regresar a la escuela.
— Claro, pero ¿y la cita? — preguntó su novio, indeciso en si irse con Hina o venir con nosotros.
— Será en otra ocasión. Vinieron a verte tus amigos, ¿no? — le sonrió. — ¡Adiós, Raiko, gracias por curar las heridas de Takemichi!
Le sonreí de vuelta, despidiéndome también de ella.
— ¡Adiós, no vuelvas a pegarme! — Mikey esperó a que Hina se fuera para seguir hablando con Hanagaki.
Por otro lado...
— ¿Te enojaste? — dijo Draken por detrás de mí.
— ¿No crees que te pasaste un poco con Hina? — pregunté de vuelta, enarcando una ceja.
— Vale, lo siento. Es sólo que el golpe que le dio a Mikey fue algo inesperado, y realmente me molestó que lo hiciera. — se acercó a la par que ponía una de sus manos en mi cintura.
— Realmente ya da igual. — me alejé de él para ocultar el evidente sonrojo en mi rostro. — Tan sólo no lo vuelvas a hacer y mucho menos con alguien que no conoces, en especial con una chica.
Al darle la espalda no supe cuál fue su reacción ante mis palabras, pero supongo que sólo asintió, algo que comúnmente suele hacer.
— Y bueno, ¿nos vamos, par de tórtolos? — interrumpió Mikey, pasando por en medio de ambos.
— ¿Qué? ¿Tórtolos? — Takemichi nos miró a Draken y a mí repetidas veces, desubicado por el comentario de Mikey.
— No le hagas caso, Takemichi. Sólo te diré que a veces la estupidez se pega, así que ya no te juntes con Mikey, ¿por qué crees que Draken está igual de idiota que él? — encogí los hombros, yendo hacia donde se encuentran el estacionamiento. — Ahora ya vámonos de aquí.
━━━✧❂✧━━━━━━
El atardecer se ve realmente precioso.
Vamos en bicicleta, yendo hacia quien sabe dónde. En una van Mikey y Takemichi, con el último conduciendo; en la otra voy con Draken, siendo el más alto el que tenía las manos en el manubrio.
— Oye, Mikey. — escuché decir a Takemichi. — ¿Por qué llamé tu atención?
— Qué pregunta tan más idiota. — Mikey dijo de vuelta, resignándose a responder cuando Take se disculpó. — Verás... tengo un hermano diez años mayor, aunque ya murió. Era muy temerario e imprudente. No le importaba pelear con tipos más fuerte que él.
